Por: Saúl Montoro
Un día como hoy pero de 1978, se estrenaba en México la película FIEBRE DE SÁBADO POR LA NOCHE (1977) de John Badham.

Estrenada en los Cines Las Américas, Diana, Imperial 70, Venustiano Carranza, Revolución, Fernando Soler y Premier como resultado del fenómeno mundial que reforzó la cultura Disco en el país.
A partir del artículo publicado en la New York Magazine del 7 de junio de 1976 llamado «Tribal Rites of the New Saturday Night», los guionistas Nik Cohn y Norman Wexler, perfilan un personaje típico de la clase media trabajadora de mediados de los años setenta atrapados en un contexto frustrante donde el trabajo es mal pagado, las familias sobreviven a un tiempo de inestabilidad inflacionaria mundial debido a los conflictos petroleros del medio oriente y la juventud no tiene mucho futuro justo al graduarse del nivel educativo que haya alcanzado a terminar.
Con todo esto en contra, el único motivo que los hace seguir adelante es poder sacar toda la frustración y opacidad en sus vidas en la pista de baile donde ellos y ellas brillan un poco más que las luces de las discotecas.
Un lugar donde los que mejor bailan son los reyes de la noche, los reyes de la disco y que al despertar al día siguiente vuelven a su mediocridad y mundo sin luces que parpadean al ritmo de los Bee Gees.
La genialidad de Badham fue poder transmitir todo este contexto de la juventud en el personaje de Tony Manero interpretado impecablemente por John Travolta quién bordo de forma limpia y sin lugares comunes (más allá de pertenecer a una familia de origen italiana) a un muchacho sin un camino fijo, sin mayor motivación que ser «alguien» en la pista de baile y salir con los amigos y alguna amante ocasional con quien bailar y tener sexo en un tiempo donde el SIDA aún no mataba a la juventud.
Una película que a más de 40 años de distancia, se ve inocente e inverosímil para la juventud contemporánea pero que sigue tan fresca y actual como todos aquellos NECESITADOS de un «like» en sus perfiles de facebook publicando hasta lo que se van a comer para tener un reconocimiento de otros iguales a ellos que hacen de la red social (para eso nació de hecho) una disco donde poder aligerar las frustraciones en una «fiebre de sábado por la noche» días tras día.
Los resultados en la sociedad de esta película aún son palpables. Apostando a la nostalgia de toda una generación y la que le siguió, se sigue comercializando la música, los atuendos – aunque sea para fiestas de disfraces – con motivos «disco» y no son pocos los que en fiestas gritan «¡Uhhh!» cuando suena «You should be dancing» de los Bee Gees y tratan – hasta donde les permite el paso del tiempo – de mover sus cuerpos con los pasos icónicos de Travolta en la pista de baile.
FIEBRE DEL SÁBADO EN LA NOCHE es una película parteaguas no solo en la cinematografía mundial sino en el contexto histórico y social de una generación y un tiempo que aunque se ve lejano, sigue vigente en la forma de ser de las personas.