Por: Eli “La Panterita” Herrera
“Enriquecer el desarrollo humano de la comunidad proporcionándole actividades culturales y educativas mediante cursos, talleres artísticos, conferencias, foros de discusión y eventos. Así como coadyuvar en la educación mediante el uso de la biblioteca Rosario Ibarra de Piedra”. Pues sí mis queridos amigos de El Alebrije esa es la misión de El Centro de Cultura Emiliano Zapata en el Municipio de Ecatepec, Estado de México, siendo una de las zonas de mayor delincuencia, pobreza, feminicidios, entre otros males que aquejan dicho municipio, encontré un Oasis ubicado en la esquina que conforman las calles de Urano y Josefa Ortiz de Domínguez, colonia Sauces I.
“Es un espacio autónomo y autogestivo que brinda sus servicios a la comunidad. Fue fundado hace 27 años por la Sociedad Civil Organizada y preocupada por combatir el rezago social que tiene el municipio de Ecatepec en materia de cultura y educación”. Dicho espacio conformado por el Centro de Cultura Emiliano Zapata y la Biblioteca Rosario Ibarra de Piedra, es un logro de las luchas sociales. Justamente la comunidad está celebrando casi tres décadas de este sueño.
La primera semana de festejos se llevó a cabo con una jornada de salud, sobre todo desde el punto de vista alternativo, la segunda semana de festejos le correspondió a los talleres culturales presentar sus trabajos, como el Coro, los talleres de Danza Árabe, Danzón y el Grupo invitado de Danza Folklórica “Flores de Amaranto”.
“Formar ciudadanos conscientes, autónomos, críticos y reflexivos que tengan la capacidad de transformar su entorno y contribuir en la formación de una sociedad más justa. Por ello el derecho a la educación y la cultura es un derecho que creemos importante promover”, así está escrita la visión de este espacio en el tríptico con toda la información que nos dieron a los invitados al llegar al evento de aniversario; y aún falta el día grande, que será el próximo 10 de septiembre.
Vale la pena apoyar los espacios como el Centro de Cultura Emiliano Zapata ya que esa esquina estaba destinada para una lechería en la década de los ochenta, la comunidad decidió que era necesario tener un espacio de Cultura y una biblioteca para la colonia, se juntaron un grupo de ciudadanos para pedir el espacio, fueron amenazados, intentaron chantajearlos e incluso fueron detenidos.
Afortunadamente su lucha llegó a buen término y se logró el Centro de Cultura que ahora celebra en grande sus 27 años de generar beneficios para la comunidad con talleres de Yoga, Danza, Teatro, Música, con jornadas de salud y el fomento a la lectura por medio de su biblioteca, y así regresando mi fe en la humanidad saldré al jardín y aullaré con la Luna.