Por: Eli “La Panterita” Herrera
Hace dos semanas pude disfrutar del magnífico Ensamble de Danza Clásica del Centro Cultural Ollin Yoliztli, la cita fue en el Hermoso recinto de Donceles, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
El entusiasmo de cientos de familiares de los bailarines se respiraba desde horas antes cuando llegaban a pedir sus boletos y con orgullo decían el nombre de su hijo, hija, hermano, primo, sobrino. Mencionaban el nombre y el grupo al que pertenecían. El Arte de la Danza en su máxima expresión cuando se dio la tercera llamada y comenzaron a contarnos la historia de Coppelia, una muñeca creada por un fabricante de muñecos Coppelius allá por la europa del siglo XIX. La creación es tan perfecta que casi parece real y entonces suceden cosas extraordinarias en el marco de algunas celebraciones del pueblo aquel.
Ustedes se preguntarán queridos amigos de El Alebrije ¿y qué sigue en dicha historia? Pues antes de continuar les diré que la alegría que sentí al observar a bailarines desde muy temprana edad ejecutar cada movimiento de danza clásica tan hermosamente en el escenario, con sus vestuarios impecables y todo el trabajo que requiere un montaje de ese tamaño, se vio opacada por los sucesos ocurridos en Oaxaca, el ataque certero y asesino de los uniformados que también son pueblo, contra los maestros. Es necesario decirlo y denunciar todo hecho violento que atenta contra los derechos humanos y es por eso que la columna de esta semana desde el Arte, que en este caso es la representación de Coppelia, no está al margen de la denuncia.
Pues lo que sigue en la historia de Coppelia son una serie de situaciones que combinan la travesura, la magia y la astucia alrededor de la historia de amor de una pareja de novios y los hechos cotidianos del pueblo. Como mencioné anteriormente, la perfección en cada movimiento, la preciosura coreográfica, la coordinación de todo el Ensamble fue maravillosa. Amigos de El Alebrije espero tengan la oportunidad de disfrutar de dicho ballet y que puedan apreciar su belleza. Y así denunciando los viles asesinatos de maestros, saldré al jardín y aullaré con la Luna.