Por: Eli “La Panterita” Herrera
Soy Mexica, camino con seguridad, con esperanza, con alegría, con la frente muy alta y los pasos bien firmes, con la historia guía de un ayer que no ha dejado de pasar y un mañana que sucede cada día, soy Mexica y canto, lucho y danzo en el centro del Cem Anahuac desde hace mil años.
Los danzantes en la ciudad de México han estado presentes a lo largo de la historia de esta metrópoli desde la época prehispánica, elemento visual, auditivo y olfativo del zócalo capitalino. Uno de esos grupos de danzantes es Ollin Mazatl, que desde hace dos décadas y de acuerdo a lo que ellos mencionaron, danzan para “preservar la cultura de los aztecas, la cultura de todos nosotros”.
El grupo mencionado realiza su danza en la esquina de las calles Plaza de la Constitución y José Ma. Pino Suárez, en la colonia Centro Histórico de la ciudad de México. El grupo Ollin Mazatl se hace llamar además Azteca- Chichimeca-Anahuaca. Azteca por ser de los pobladores que llegaron de Aztlán, Chichimeca por ser la raza de los que llegaron del norte y Anahuaca porque estos grupos se asentaron en el valle de Anahuac ya como Mexicas.
Epifanio (uno de los danzantes pertenecientes a este grupo) mencionó que Ollin Mazatl pertenece al grupo de cultura, se formó hace 20 años, lo fundó Ulises Santander en los alrededores del castillo de Chapultepec, cuando los quitaron de ahí se trasladaron al zócalo de la ciudad de México “llegaron tres o cuatro personas a danzar, algunas están todavía y han ido cambiando algunos compañeros”.
Rubén (compañero de Epifanio) dijo que los grupos se van formando por la inquietud del pueblo y la herencia desde los abuelos, la transmisión del conocimiento por medio de la palabra, “al danzar le pagamos a la tierra por que le debemos lo que la hemos maltratado, la lucha es interior, contra mí mismo, voy a guerrear, me voy a desmadrar para eliminar el orgullo y la vanidad, el ego, la lujuria y poder llegar al cosmos”.
Los pasos tienen que ver con el movimientos del sol, la luna, la tierra y el cosmos, “en cada danza hay movimientos de animales como venado, conejo, jaguar” además también están los elementos como agua, tierra, aire y fuego. En las danzas están presentes dichos elementos en la ofrenda que está colocada en medio del círculo junto a los hue huetl. Lo que visten los danzantes se llama atuendo. Ellos se elaboran su atuendo dependiendo de su tonalamat o fecha del destino, en donde de acuerdo a su fecha de nacimiento tienen ciertos elementos que les corresponden y son los que portan en su atuendo.
Amigos de El Alebrije observar la danza Azteca es una experiencia muy hermosa, pero danzar en este círculo ritual es unir nuestro espíritu con el cosmos, los invito a que observen a los danzantes como generadores de Tradición Oral, como parte de nuestra cultura originaria que se resiste a ser olvidada. Y así con la piel chinita por escuchar el llamado del atecocolli, saldré al jardín y aullaré con la Luna, Ometeotl.