Por: Angélica Camacho.
Fotografías: Liliana Estrada / OCESA
Este 22 de octubre, la agrupación finlandesa Nightwish llenaba de oscuridad el Domo de cobre, que se convirtió más bien de metal, de metal musical sinfónico.

Los asistentes, en su mayoría vestidos con ropas de diferentes telas en color negro; terciopelo, velo, cuero, botas o encajes, llegaban a la cita puntuales, para compartir entre sí, esa sensibilidad que la cultura gótica tiene en unir todas las artes junto a la música.
Fue la agrupación también finlandesa Beast in Black, (en su primera vez en tierras mexicanas), la encargada de preparar la cita, inundando con su power metal melódico el Palacio de los Deportes que solo liberó las zonas generales de piso al público.
Llegaba entonces Nightwish; el siempre elegante Tuomas, Emppu, Troy, Kai Hahto y la gran Floor Jansen, salían luego de un solo de batería de Jukka, de inmediato los primeros acordes del tema “Noise” retumbaban por las esquinas del domo.

“She is my sin”, “Sleeping sun”, “Dark chest of wonders”, y “Nemo”, temas de antaño en la historia de Nightwish, sin duda fueron un deseo que los músicos finlandeses satisficieron aquella noche a sus seguidores.
Nightwish es una banda a la que la cultura gótica tiene como favorita, pues las bellas y rítmicas melodías de su música en conjunto con las hermosas voces que la han interpretado (Tarja, Anette, Floor), danzan de lo romántico a lo intenso con un excelso encanto.
Sin dejar ni un profundo silencio completo, las canciones complacían una a una, los celulares intentaban capturar un recuerdo, las personas movían la cabeza al ritmo de la música, algunas parejas se besaban arropados por las melodías tranquilas, algunas chicas hacían el “headbanging” a la par de Floor Jansen, mientras, las pantallas reflejaban imágenes que las canciones de los fineses evocan.
La increíble y bella voz de Floor lucía de una manera exorbitante con “Ghost love score”.

“The greatest show on earth” y el outro con las imágenes del Ángel de la independencia y el Palacio de bellas artes eran proyectados en las grandes pantallas mientras los músicos se despedían.
Una noche de deseos cumplidos aquella del 22 de octubre de 2022, en el Palacio de los deportes.