Por: Claudia Emilia P. G.
Fue el jueves 1 de septiembre, en la Ciudad de México, afuera de metro La Viga, todo comenzaba a llenarse de oscuridad, una vez más el Circo Volador era el punto de reunión para la cultura gótica con Clan Of Xymox. Todavía no era de noche, pero así parecía.

Labios teñidos de negro, cabellos de colores vibrantes, mohawks, barnices de tonos sombríos en las uñas, terciopelo, holanes, redes, botas altas, algo iba a pasar…
Fue Noble Savage quien se encargó de preparar la noche que iba a transcurrir, sus beats ochenteros y la voz mágica y poderosa de Hari Sama resonaban en esas paredes que antes fueron un cine, un lugar abandonado, algo ahora muy alejado de la realidad.

Luego salieron Die Selektion, ese dúo alemán impresionante que, cabe mencionar, vino por primera vez a México. Luces de estrobo, sonidos industriales, cold wave, EBM, todo eso ocurriendo, más el sonido de una trompeta y una voz que te recordaban que sí, eso estaba sucediendo.

De pronto el ambiente cambió, se hizo el silencio, la oscuridad total y; de repente, entre el humo denso, salieron. Pasaron cuatro años para que esto volviera a suceder, pero estaban aquí.
Entonces salió Clan Of Xymox al escenario, la banda, liderada por Ronny, salió tranquila y feliz, estaban en un lugar que los quiere y lo sabían.

Este tipo de conciertos, de bandas así, con tanta trayectoria, son entrañables para la escena goth del país.
Entre el publico, se escuchaba a un par de amigos diciéndose: “No estás en el Under o el Dada, los tienes aquí, baila”.
Parejas abrazándose, mucho baile, risas, emoción, fueron algunas de las cosas que se vieron anoche.
Entre la gente, habían personas con la mirada fija en ellos, no en el celular, no grabando, los miraban a ellos y sonreían, vi sonrisas que iban y después regresaban, como una respuesta suya de saber que alguien aquí, esperaba este momento, Clan Of Xymox estaba de nuevo en México.