Por: Irving Torres Yllán
Cuando al final del evento, cuando los ríos de gente se dirigían a la salida del Foro Sol, dentro del Autódromo, un grupo de gente se frenó y al ritmo de Caballo Dorado comenzó a hacer el baile típico, algo quedo claro, la gente estaba en una gran fiesta, estaba festejando el regreso tras la pandemia del Vive Latino, estaba festejando que se reencontraba, que sentían, por fin, la libertad de celebrar estaban vivos.

Todo había iniciado temprano, siendo Son Rompe Pera quienes abrieron el escenario principal, con sus marimbas demostraron eso de que la cumbia es el nuevo punk, teniendo como invitados a los extraordinarios músicos de Belafonte Sensacional. Su acto fue la bandera de salida para una tarde llena de mezcla de sonidos y de emociones, además, el despedirse del escenario al ritmo de caballito fue sin lugar a dudas algo que no se olvida.
El segundo momento inolvidable corrió a cargo de Bruses, quien conquistó con su propuesta, su emoción y energía, además, creo nunca los asistentes pensaron recibirían una versión tan electrizante de “Wannabe” de las Spice Girls. Ella es una de las voces de nueva generación más importantes, además, eso de “el futuro del rock mexicano son las morras”, en realidad refleja una situación actual, las mujeres son las que mejores propuestas tienen hoy en día.

Dread Mar I dividió opiniones en su presentación, mientras había sectores encantados con su propuesta, había grupos que padecían lo que se presentaba, complaciendo a sus seguidores, pero sin llegar a ser lo maravilloso se esperaba.
Gran Sur causo en gran caos en la Carpa Intolerante al sufrir un retraso de casi media hora, el cual afecto el resto de las presentaciones, pero una vez arriba del escenario demostraron que su música va a abrirse camino, destacando durante su presentación el coro de “Si tú sólo supieras”. Su salida del escenario lo dejo libre para Cecilia Toussaint, una diva, una diosa, una de las personalidades más importantes del rock nacional y que hoy en día sigue siendo un ejemplo de profesionalismo.

En el escenario principal Residente hizo un set enfocado en los éxitos de Calle 13, pero fue sin lugar a dudas el primer tema que interpretó el que se llevó la noche, no sólo en su presentación, sino en todo este día, su “BZRP MusicSessions #49” puso a todos a cantar desde el fondo del alma eso del esto lo hago pa’ divertirme, mientras tiraba sus rimas contra el sobrevalorado Balvin y demás reguetoneros de moda.
Mientras tanto, en la Carpa VL, la trova de Fernando Delgadillo inundó con un remanso de paz el evento, con canciones de desamor que vinieron acompañadas, como es habitual en él, con largas introducciones sobre el origen de la canción, consiguió a todos hacernos recordar que tenemos a una “Julieta” perdida en nuestra infancia, que hay gente debe tener miedo de mayo, además de presentar “Gitana”, tema de su nuevo disco.
Los Fabulosos Cadillacs fueron los que mayor concentración de gente tuvieron en el escenario principal, con un setlist enfocado a los fans de toda la vida del grupo, quienes disfrutaron con un “Radio Kriminal” pasando por “Estoy harto de verte con otros” o un “Saco Azul” en medio de sus emblemáticos temas de siempre.
Pixies por su parte tomaron por asalto su escenario con temas que sacudieron al espectador, destacando sin dudas la parte media de su set donde un “Where Is My Mind?” dio paso a “La La Love You” para proseguir con “Here Comes Your Man”, los que mandaron a la gente a una máquina del tiempo donde lo único faltaba eran las imágenes de las explosiones de Fight Club. Su presentación cerró el escenario con una electrizante versión de “Debaser” donde todos éramos un perro andaluz.
Frank’s White Canvas sorprendió a los asistentes, una guitarra con mucha distorsión, una batería endemoniada, una voz privilegiada, dos músicas que hicieron lo que muchas bandas jamás logran, crear una barrera de sonido que no golpeaba al espectador, lo traspasaba, lo demolía, amenazaba con hacerlo volar.

Banda MS demostró que el Escenario Claro les quedó chico, los ríos interminables de gente que iban a su presentación no acababan, era como ir al metro Pantitlán en hora pico, ellos dieron un gran espectáculo donde la fiesta era el principal objetivo y donde se demostró que las etiquetas sólo dividen sin razón.
El Vive Latino llegó a su fin con Groove Armada, quienes hicieron bailar a los asistentes, derrochando energía, llevando al evento a un cierre que promete un nuevo reencuentro en un año.