Por: Saúl Montoro
RECOMENDACIÓN 27 DE 33
FELIZ CENTENARIO DE SU ESTRENO.
Este año se cumplen 100 del estreno del corto de comedia de terror HAUNTED SPOOKS que en México se le conoció como TRIBULACIONES) de Hal Roach con Harold Lloyd.

No fue la primera comedia de espantos que se hizo en el cine pero si la que manejó una comedia abierta con toques ya clásicos de casas embrujadas, espantos y situaciones de misterio en perfecta combinación – gracias al dominio de Lloyd de las situaciones que derivan en risas en combinación con la dirección de Roach – con la comedia progresiva que manejaba Harold en sus cintas.
Y que, a diferencia de Keaton y Chaplin, los otros dos pilares de la comedia muda hollywoodense de principios de siglo XX, Lloyd le apostó sin ninguna duda y con toda la planificación necesaria para presentar una bien balanceada combinación que si asustaba al público de aquella década pero también le permitía relajarse a carcajadas.
El tema no puede ser más sencillo: Por un lado tenemos a una chica común que hereda una fortuna y una mansión de parte de un tío con la única condición que debe estar casada para reclamar su herencia; y por otro lado, un chico que no tiene suerte en el amor y justo antes de suicidarse conoce a esta chica de quién se enamora de inmediato (como en todas las películas de Lloyd) casandose con ella con lo que se resuelve la condición del tío. ¿Y pensaron que esto ya estaba solucionado? Pues no porque falta el ingrediente que sazona toda historia de espantos y sustos: La casa está embrujada.
La película está cargada de elementos que, a 100 años de haberse estrenado, causan escozor en las generaciones de débil criterio tachándola de ser racista debido a los personajes concienzudamente estereotipados que aparecen en la trama.
Desde una servidumbre de personajes negros que se comportan de forma que raya en lo ridículo hasta millonarios perversos capaces de hacer las cosas más terribles con tal de conservar su dinero y propiedades. Todo para mantener el ritmo de la comedia de la películas de la época silente del cine mudo a nivel mundial donde hay que resaltar que Harold Lloyd casi no utilizaba el recurso del «slapstick» para buscar la carcajada del público; su cine era más de comedia intelectual y romance.
Por último y como anécdota; Durante las tomas promocionales de la cinta, Harold Lloyd pierde un dedo y sufre quemaduras de 3er grado en el rostro al estallar una bomba de baja potencia que se pensaba era de utilería.
Disponible en la colección que editó Universal Pictures México de Harold Lloyd.