Por: Cristhian Chavero López/Fotografías: Alberto Barajas
Hace ya unos siete u ocho años cuando Cyteres pisó un escenario por última vez, era una alineación distinta (pues Laura y Fabien se habían marchado a Estados Unidos) y no se había concretado el segundo disco.
La escena ya había tenido un asomo a la banda cuyo nombre está inspirado en un poema del famoso francés Charles Baudelaire, pues la Unión de Bandas Oscuras Nacionales, ÜBON, permitió a la nueva generación escuchar en vivo rolas de bandas con más de 15 años de vida; sin embargo no parecía que esta agrupación, formada por ex miembros de La Náusea y Sarcoma de Kaposi, nos regalara un concierto habiendo fronteras internacionales entre sus integrantes.
Pero de pronto, en el ocaso del mes de noviembre de 2018, una propaganda anunciaba un reencuentro, Cyteres el 22 de diciembre en el Foro Bizarro, festejando la #NaviDark, primero serían acompañados por la dj Petissa Lancome, después se integraron al cartel Lord Fer y Astro Ro.
Es muy interesante que al tiempo que Cyteres se alejaba de los foros de conciertos comenzaba el mundo a ser bañado por una revivida ola negra y fría, el cold wave. Se trata de un estilo de bandas francesas y belgas como Trisominie 21 o Asylum Party, que influidas por Siouxsie and the Banshees o The Cure simultáneamente al Bat Cave inglés, formaban otro estilo concurrente con el rock gótico.
Pues bien, al tiempo que Cyteres dejaba de tocar hubo una explosión del cold wave en todo el mundo y hoy son lo que está sonando en las pistas de baile underground, como Lebanon Hanover o la finada Linea Apera; claro que también podríamos decir que estrictamente algunas de esos proyectos musicales se definen a sí mismas como dark wave o dark synth, pero el caso es que la identidad que sigue rodeando a todos esos estilos musicales son los góticos y que en su origen musical todos están emparentados y con similares influencias.
El 22 de diciembre era frío, las puertas se abrirían desde las 21 horas, pero Cyteres ya había anunciado en diversos videos que comenzaría a tocar a las 22:30. La gente se juntaba poco a poco, muchos rostros conocidos entre sí, personas que tienen 10 o 20 años viéndose en eventos de la escena, todos juntos para disfrutar de la música en vivo, de una banda que les vibra y conmueve.
Desde las 23 horas el Bizarro estaba lleno, los asistentes se apretaban frente al escenario para poderlos ver de cerca, los miembros de Cyteres estaban entre el público, saludando y departiendo con todos, dándose momentos para saludar y ser saludados o felicitados.
Tras utilizar un fragmento de la melodía Sally’s Song (El Extraño Mundo de Jack) comenzaron con sus hipnóticas guitarras, batería poderosa, el bajo envolvente y singularísima presencia escénica y vocal de que da la voz, la pieza fue Nindria y la siguió Sogno. Entonces llegó el primer cover completo de la noche, el que le hicieron a los norteamericanos Faith and the Muse: Scars Flown Proud.
Entre los logros y detalles anecdóticos de Cyteres está el que el escritor Alberto Chimal les obsequió la letra de una canción, Ofrenda, misma que fue inmediatamente alternada con Desierto y luego Tornasol, como si quisieran equilibrar las rolas del primer disco, del que debió ser el segundo y los covers; todo mensaje en Cyteres siempre se siente intencionado, imaginado previamente por los integrantes, como las líneas de colores que marcaban su imagen al principio de su vida musical.
Sin aliento, rola de la agrupación española de new wave Danza Invisible, fue la pieza elegida para continuar, así como Las Estrellas y Monrovia; el público coreaba las canciones y brincoteaba o bailaba en su sitio, catarsis interiorizadas, sentimientos profundos y revividos.
Llegó el momento del ocaso, de las piezas más difundidas, gustadas o populares de Cyteres y los agradecimientos, cualquiera de sus fans podría preguntarse ¿volveré a verlos tocar en vivo? Ante eso la respuesta de Mario es la siguiente, “La distancia nos en un problema en absoluto, las ganas y el amor al proyecto pueden mucho más que un par de horas de vuelo. ¿Un nuevo álbum? ¡Sería increíble! Dependiendo de las conclusiones post show, esperemos que se dé y nos metamos a ensayar y al estudio en algún momento no muy lejano”. Es decir que sus seguidores pueden mantener prendida la vela de la esperanza.
Cascades, de Siouxsie and the Banshees, Azul profundo y Mortal de Cyteres como la rola extra (encore le dicen en inglés y en español “otra”) cerraron el concierto.
Qué curioso, si tuvieran una o dos décadas menos, los Cyteres: Pacure, Laura, Fabien y Mario tal vez estarían tocando en el Centro de Salud y se habrían perdido todas las grandes experiencias, como participar en el concierto del Zócalo en el aniversario de Carpe Noctem en 2006, además hay otra diferencia trascendental con las bandas del cold wave, ellos no utilizan sintetizadores, son una clásica banda de rock: bajo, voz, batería y guitarra.
Por fin llegó la época en que la nueva generación está más lista para escuchar a bandas como Cyteres ¿volverán? “Pronto nos sentaremos más tranquilos, sin tanta adrenalina a platicar que vamos a hacer. Lo que viene depende de las ganas de los cuatro”. Comenta emocionado Mario.