Por: Eli “La Panterita” Herrera
Hermosa noche con viento helado, caminata por la melancólica Alameda y un delicioso café antes de entrar al Teatro de la Ciudad, palco siete, asientos uno y dos, vista perfecta y tercera llamada. Siempre me han gustado los cuentos de hadas, los seres fantásticos y los viajes oníricos, por lo que asistir al estreno de El Cascanueces el pasado jueves 17 de diciembre fue todo un disfrute.
Este ballet se ha convertido en un clásico navideño, más de cien años de presentarse en decenas de países. La historia la obtiene Marius Petipa de una adaptación llamada El Cuento de El cascanueces que realizó Alejandro Dumas basado a su vez en la historia de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann con el nombre de El Cascanueces y el rey de los Ratones, Tchaikovski realizó la composición musical y Petipa e Ivanov las coreografías. Este cuento ha sido adaptado y readaptado muchas veces y a pesar de que los cambios han sido estructurales, la esencia continúa. Balanchine realizó su versión coreográfica que popularizó dicho cuento, Nureyev aportó la propia y Mijaíl Barýshnikov (del cual soy ferviente admiradora) también creó una coreografía para El Cascanueces.
Y la historia comienza en la noche buena en casa de la familia Stahlbaum, los hermanitos Clara y Fritz terminan de adornar el árbol de navidad, llegan los invitados y durante la fiesta se abren los regalos, la mágica presencia del padrino Drosselmeyer entusiasma a Clara cuando recibe un muñeco Cascanueces. En el sueño de la niña su muñeco se transforma en un soldado y después en un príncipe, las aventuras que viven contra el ejército de ratones y luego en el país de los dulces con la presencia de las danzas de diferentes países son maravillosas, y ya no les platico más amigos de El Alebrije para que cuando tengan oportunidad asistan a esta puesta en escena.
En esta ocasión pude apreciar el excelente trabajo del Ensamble de Danza Clásica del Centro Cultural Ollin Yoliztli a cargo de su directora Mirtha García González, fue maravilloso ver este cuento representado por 170 bailarines con una ejecución de alto nivel. Pues la temporada sólo fue del 17 al 20 de diciembre y de esta manera se cerraron las funciones de este año en el Esperanza Iris. Y así imaginándome en el estreno de aquel Cascanueces de San Petesburgo en1892, en puntas saldré al jardín y aullaré con la Luna.