Por: Cristhian Chavero López
La semana pasada un lector de El Alebrije escribió para hacer algunas preguntas sobre esta columna, la correspondiente al 29 de mayo de este año. Antes de intentar contestarlas haré este planteamiento: ¿Cómo sabes que te equivocas? ¿Cómo juzgamos el error ajeno y lo contrastamos con nuestra existencia?
Es este ambiente electoral me parece muy adecuado abundar en el tema de la columna anterior, la confianza, el error y la capacidad de aceptarlo. Lo digo porque lo más fácil es descansar el día de las elecciones y no comprometerse. No estoy llamando al voto, sino a participar políticamente siempre que se pueda.
El caso es que cualquiera puede correr el riesgo de votar y equivocarse, de errar y ayudar a colocar a un abusivo en algún puesto de administración pública, debemos ser responsables de lo que provocamos, aunque sea con uno de millones de votos, asumir y trabajar horas extras en mejorar nuestras vidas y eventualmente la de otros.
Regresando a los comentarios de nuestro lector comenzaré por decir que lo hago intentando ser respetuoso de su persona y su opinión. Cito: “Por que dices que en las grandes ciudades desconfian mas?” y “Cuales son los «estudios internacionales»? digo si haces referencia algún estudio al menos debes poner la fuente»(SIC).
Debo ser honesto, no encontré la fuente de que asevera que en las ciudades son más desconfiados, así que confieso mi error al no poder probar lo que dije. Lo que sí puedo colocar aquí son algunas fuentes sobre los estudios internacionales, en los que México en ese 2012 y 2013 no sale como entre los más desconfiados de América Latina, pero sí la región completa, pues se confía muy poco en los gobiernos e instituciones, es decir México sale no tan desconfiado en América Latina, pero sí en comparación con el resto del mundo.
Los estudios son estos: http://www.poderurbanocancun.com/temas/especiales/desconfiados-y-egoistas/ y http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11523037009
Y una de las notas esta: http://www.poderurbanocancun.com/temas/especiales/desconfiados-y-egoistas/
Pregunta “- Segun dices la desconfianza genera un campo de oportunidad para las empresas dedicadas a la seguridad o a la gestión. como esta eso?, si compro un seguro de vida es que desconfio en que voy a seguir vivo ?? O un seguro de auto es que desconfío de como conducen sus autos los demás ??”(SIC).
Lo que sucede es que la desconfianza, principalmente por la corrupción, se tradujo en varios candados legales que dificultan los negocios, los trámites y hace necesarios seguros, pero no necesariamente de vida o de auto; pongo un ejemplo a continuación.
Para venderle al gobierno hay que darse de alta como proveedor y entre otros trámites hay que pagar una fianza o pagarle a una aseguradora para que responda por esa fianza por si lo que uno le vende al gobierno sale mal, eso encarece la mercancía. El gobierno únicamente les puede comprar a sus proveedores registrados sin importar el precio, por eso eventualmente una delegación compra cuadernos de 30 pesos cuando en la papelería de enfrente cuestan 25.
Otro ejemplo. En las casas de cultura del DF se dejó de poder cobrar boletaje en el mismo sitio, lo que afecta las compañías de teatro porque no pueden abrir taquilla, sólo pueden vender boletos lejos del mismo teatro de la casa de cultura; esto sucedió porque el personal solía hacer negocio con las funciones y eventos sin reportarlo al gobierno. La solución de los gobiernos perredistas fue cancelar la venta de boletos. Encareciendo y dificultando. La identidad de mi fuente no se las digo para no comprometerla. Las corporaciones de seguridad privada en tantos establecimientos, el aumento de policías, su armamento y controles financieros, como el impuesto a los depósitos bancarios son fruto de la desconfianza fiscal.
Otras preguntas. “Segun entendi todo lo que trasmite Aristegui es la verdad ? Y todo lo de Lopez Doriga es Mentira? Y entonces la Mayoria de los mexicanos que piensan que Lopez Doriga dice la verdad son ignorantes?”. Yo dije la semana pasada que “Por eso noticieros como López Dóriga, Ciro Gómez Leyva y otros acusan a Aristegui de periodismo de ficción, porque ellos sólo se ciñen a lo que dice el gobierno, mientras que ella no”.
Y respondo con la misma columna: “Es responsabilidad de la prensa investigar en todas las fuentes posibles, pero, cuando el reportero, el medio, se conforma únicamente con la fuente oficial, principalmente en temas polémicos, entonces vale la pena dudar de la veracidad del medio al que le estamos confiando el informarnos”.
Abundo que no, yo no dije y no pienso que Dóriga diga puras mentiras y Aristegui puras verdades, afirmo que repetir únicamente las versiones del gobierno es hacer mal el trabajo y que hacer periodismo de investigación es arriesgarse a equivocarse, pero sólo repetir fuentes oficiales es rendirse y dejar de ser periodista.
Por si es de interés dejo mi columna dedicada al tema de Carmen Aristegui:
“Como se confia en alguna institución, persona etc ?”. Pues como escribí la semana pasada: “¿Y cómo confiar? Pues informándonos. ¿Y cómo ser confiables? Pues cumpliendo la palabra dada, anticipando nuestros errores y enfrentándolos, pidiendo una disculpa a tiempo y enmendando las equivocaciones”.
Abundaré en que en la medida que nos informamos y contrastamos nuestros puntos de vista formamos criterio y así, aplicando un criterio pulido por el conocimiento teórico y empírico es como podemos confiar más cada vez.
Finalmente el lector remata con esta impresión: “De manera personal me parece que tu articulo es muy sesgado y entonces pierde toda credibilidad y solo lo diriges a quien piensa como tu, igual esa es tu intención pero en ese sentido ya hay muchos que lo hacen y de mejor manera. saludos y suerte”.
Respondo que intentaré mejorar, que lo que intento es dirigirme a personas que no piensan como yo y darles otro punto de vista, que por supuesto que hay mejores columnistas que yo, lo sé y me esfuerzo por crecer como escritor en todos los sentidos, que te agradezco el comentario y que también te deseo suerte y además felicidad.
¿Cómo saber si me he equivocado? Pues escuchando a otros, formando criterio, interpretando lo que me dicen los sentidos y que tengo por realidad. Siendo ecuánime y analítico. Y si he cometido un error, pues hay que asumirlo, aceptarlo, vivir las consecuencias y trabajar por remediar esas consecuencias.
¿Hay condiciones para las elecciones? Hay algunas partes del país donde no es así, los medios podrán hacer responsables únicamente a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, pero no podrán informarnos de cuántos candidatos y elecciones regionales se hicieron o cancelaron bajo el amparo del hampa. No lo harán porque es peligroso y porque no les importa esa noticia, ni hay quién pague por esa información. Si te interesa que no se cancelen las elecciones involúcrate en lugar de criticar desde tu sillón a quien piensa distinto a ti.
No digo lo siguiente por inocencia, sino porque me parece que es necesario:
Quiero que los candidatos expongan públicamente sus bienes al registrarse ante las instituciones; que hagan públicas sus propuestas y no sólo sus rostros, que sean revocados al no atenerse a sus propuestas, que hagan plebiscitos entre sus representados, que no simulen su trabajo, que entreguen cuentas con más frecuencia y ganen menos dinero. Que vayan al ISSTE, en la clínica que les corresponde, que coman, vistan y se transporten con su dinero, como todos nosotros, es decir, quiero que comiencen a trabajar por enmendar sus errores y no les place, pues que se vayan… ahora.
Que acepten nuestra pesada realidad.