Por: Julio Bravo.
Puñados de arena del coloso vertidos, así, ya de tantos granos; la cabeza del joven y la jovencita; del maduro que ha pasado los treinta o, del chiquillo que apenas, revienta en él, la estridencia rebelde en la identificación de su música. Aquella plancha ahora es un desierto de cuerpos, brazos en alto y melenas girando… por doquier el grito atesorando en el oído la fortuna, apenas enrojecidos por el sol y el beso, un entrechoque de labios. El abrazo unifica, el rock también.
Parece lejano el lugar, parece atractivo el cartel… y es que todo parece, pues nada es. Sin remedios de corte académico, vamos indagando que la palabra clave es: unión, agrupar a toda costa distintos seres en un escenario. Y bien, así es como es… para el ansiado quince de diciembre, algunos dirán que no falta nada, otros que la demora comerá su espera.
Mientras tanto, el protagonista de “El Rock nos une 2013” es concedido por las inmediaciones de Tultepec, asolado territorio del Estado de México, de esta manera el Deportivo Teyahualco, albergara infinidad de sonidos, esperando satisfacer toda expectación anticipada del público.
Otra cosa que genera motivación, se desarrolla en los nombres de las bandas, por un lado tenemos la vieja escuela y, por el otro la nueva… atendiendo el recurso de la obviedad, increparemos que nada es casual como común, pero si mencionamos que, así, sin más, tendremos a la leyenda La Castañeda, Fobia y La Lupita por mencionar, los de añeja trayectoria.
La otra cara de estos notables títulos, corren a cargo de esa sangre nueva del Rock. Mencionando algunos de igual forma, nos encontraremos con Los Daniels, Los Fontana, Inspector, Los Victorios y demás personajes que, supongo, sabrán combinar su actuación, interpelando a que los seguidores y gente reunida, convivan en un acto en apariencia prometedor.