Por: Saúl Montoro

Un día como hoy pero de 1984 se estrena una película de corte policiaco – muy cercano al NOIR – repleta de rock y violencia psicológica que impactó a la generación de los años 80 gracias a la acostumbrada narrativa del preciso director Walter Hill; CALLES DE FUEGO.

Presentada como una «Fabula de Rock´Roll», Hill – que había dirigido un par de años atrás LOS GUERREROS – regresa a la violencia en las calles solo que ahora incluye la iconografía del western mezclado con el más puro cine policiaco salpicado de imágenes de narrativa cómic europea para contar una historia de malos contra buenos y un anti-héroe que es el centro de la acción.

Curiosamente, en esta ocasión al director no le preocupan las formas de denuncia social ni el resultado de la violencia en la juventud y se avoca a entregarnos un filme lleno de violencia, carros y personajes muy claros en su perfil en un contexto completamente A TEMPORAL que, con el paso de los años, hace que la historia no solo no envejezca sino que pueda ser vista el día de hoy y se note fresca y propositiva; en ese aspecto SI es una Fabula de Rock´n Roll.

La música, por otro lado, es un actor más que narra la historia desde la perspectiva del momento; lo que la vuelve aún más salvaje de lo que ya es.

Y aún cuando el reparto tenía como fuerza en pantalla a la conocida por su trabajo en UN PEQUEÑO ROMANCE (1979) Diane Lane y a Michael Pare (Eddie and the Cruisers), el que rompió pantalla era el casi novato Willem Dafoe como el adrede caricaturizado villano Raven Shaddock.

Una película de culto en estos años que es indispensable por los géneros que aborda y para los que buscan opciones interesantes en el cine de la década de los años 80.