Por: Eduardo Vázquez

Desde las entrañas del infierno Mike Mignola prende una mecha, marcando un antes y un después en las páginas del terror y lo sobrenatural, así como imprimir su esencia e ideas para el sello Legends de Dark Horse y darse a conocer como un cómic que nos hace recordar un poco al Spawn de Todd McFarlane de cierta manera.

Y si el mundo de las páginas, viñetas, colores y cuadros es poco para ti; también el cine tuvo que aportar algo hace tiempo gracias a Guillermo Del Toro y su fantástica dirección (Hellboy I y II) y visión de la fantasía en todos sus proyectos y sus premios Oscar.

Esto nos hacía saber que esto no es cosa de niños, ya que volvía a marcar algo genial para la creación de Mignola. Así los años pasaron (15 para ser exactos) y llega un “reboot” con la dirección de Neil Marshall (Game of Thrones) y las actuaciones de David Harbour (Stranger Things), Milla Jovovich, acompañados de Ian McShane, Sasha Lane y Daniel Dae Kim.

¿Será que estamos preparados para esta nueva aventura desde los infiernos o simplemente le debemos echar agua para que se calme todo?

La cinta se encuentra basada en ‘The Wild Hunt’ un episodio algo complicado en la cronología de Hellboy, el cual se lleva a la pantalla grande “bien” (con sus caídas mortales más que tropezones) teniendo esos tintes de lo extraño, sobrenatural y añadiendo a diestra y siniestra el horror con el gore gracias al director de este proyecto que es Marshall. Aquí este toma la batuta desde la oscuridad a diferencia de aquella luz marcada en la de Del Toro; algo más apegado al cómic. Y aunque la dirección puede ser buena, se nota que alguien más llevo acabo este trabajo, porque hay cosas que no encajan y se pierden con el ritmo de las escenas y se deja tener sintonía con lo visto en pantalla.

Este proyecto toma una ruta diferente a lo ya visto. No es tanto de origen y es más como algo anecdótico, un capítulo perdido de este personaje. Gracias a los trabajos previos y este nuevo, podemos decir que en una hay vida y en otra muerte, siendo esta última la visión de Marshall que empuja el sentido del cómic para otro rumbo, un poco más psicológico, pero demasiado sangriento y violento, que hará dudar al fan y al espectador más puritano en estar incómodo y en saber si le gusta o no, lo que está viendo.

Creo que el Hellboy de David Harbour es alguien complejo y divertido, que lleva su propia voz, pero sabiéndose nivelar entre el bien y el mal, lo que nos demostrará ser un vaquero con humor increíblemente desenfadado y actitud patea traseros. Harbour logra imprimirle cierta imaginación necesaria a su personaje y actuación que es por mucho, lo mejor de esta cinta.

Debemos hablar del elenco que acompaña a nuestro nuevo Hellboy…

En primera tenemos a Milla Jovovich como “Queen of Blood” o Nimue, la villana a vencer en esta cinta. Ella convence más por su estilo visual y sus diálogos, que por su trabajo actoral.

Tampoco pueden faltar ese equipo principal para la aventura conformado por: Sasha Lane y Daniel Dae Kin, los cuales se sentirán disparejos en un comienzo, pero se saben apoyar uno con el otro ya en la recta del acto final, sin ser actuaciones desperdiciadas, pero sí medianas.

Por su parte Ian McShane es esa figura paterna, dura como roble, pero que se usa como voz de consciencia de nuestro personaje principal; quizás no es una actuación sorprendente, pero es creíble como personaje en su filmografía, pero la química con cada uno de los personajes se agradece.

¡CUIDADO!

Ante lo bueno que pudiera tener esta cinta, también el fuego nos quema con lo malo hasta casi chamuscarnos.

Es turno de hablar sobre el guion, este suele ser un trabajo bastante apegado a lo creado por Mignola (como antes lo mencionamos), pero ahora se va en otra dirección, sin apegarse mucho a las relaciones o profundizar en cada esencia de los personajes; eso sí, se lleva consigo cambios verdaderamente psicológicos y significativos, que sin necesidad de ser algo de origen, se piensa en eso como algo perdido y adulto bañado en tintes de acción sangrienta, con algunas secuencias y batallas sumergidas en acción, esto resulta en escenas brutales y entretenidas para algunos, pero que de ahí dependerá mucho el ritmo de la cinta y musical al punto de desbordarse en un camino rockero con la que será acompañada el alma de esta cinta.

Y si lo anterior es poco, añadimos los efectos visuales. Un trabajo casi realizado de último momento sin profundidad, así como la edición (¡CUERNOS TALLADOS Y NO TALLADOS!) drástica que tiene, ritmo descontrolado y notorio en donde todo pasa rápido sin casi explicación alguna, y la cual no te hará caso sentir la sensación de dos horas de duración.

El guion no tendrá un tratamiento tan limpio y tampoco yacerá una peligro tan real en la historia, pero sí tener uno que otro momento divertido y para entretenernos pero que nos hará preguntarnos: ¿Era necesario lo visto aquí?

¡HELLYEAH!

El reto de interpretar a Hellboy es alto y logró cumplirse desde que la mecha se prendió por David Harbour, en un terreno bastante movido y fallido. Y, aunque Marshall respeto lo impreso por Mignola y lo realizado años atrás por Del Toro, este sabe colocar lo gore, sobrenatural y lo extraño en compañía de la acción. Es un viaje de montaña rusa que nos hace descender al infierno de manera descontrolada.

En este viaje o recorrido de trama principal y subtramas somos acompañados por un demonio algo chamuscado por las cosas malas (técnicamente hablando) y que para muchos puede ser mala, a su manera, para mí no lo es.

Será que esta no es la película adecuada para el demonio, pero es el demonio necesario de este tiempo que sale desde las entrañas del averno.