Por: Gabriela Pérez/Fotografías: Daniel Galindo

Desde muy temprano ya se podían ver a los punks con mohicanas, bombines y hasta caracterizados como los integrantes de la banda británica, ansiosos para entrar a la Carpa Astros al concierto de The Adicts; los cuales regresaban a la Ciudad de México después de un año de ausencia y actuarían justamente en el mismo recinto de la ocasión anterior.

A partir de las 7 de la noche comenzaron a tocar los grupos abridores Escopeta Roja, Garrobos, Los Pardos y Migraña Social, los cuales recibieron muy buena respuesta del público que fue prendiendo los ánimos poco a poco.

Al terminar los teloneros, las ganas de la gente por ver a los británicos estaban más fuertes que nunca debido a que no aparecían en el escenario. Las rechiflas no se hicieron esperar, pero fueron calmadas con clásicos del punk como música de fondo, pues la gente acabó coreando Un día en Texas de Parálisis Permanente.

Pasada las 9:30 de la noche el staff de los oriundos de Ipswich comenzó a preparar todo, cuando de repente comenzó a sonar el tema de la película La Naranja Mecánica mezclada con Blitzkrieg Bop de los Ramones, melodía que indica que pronto la banda hará acto de presencia, cosa que ocurrió un par de minutos después.

The Adicts aparecieron en el escenario como sus clásicos atuendos blancos y Monkey, el vocalista con su característico traje que mezcla elegancia con punk. El tema elegido para iniciar fue Let’s go y sólo bastaron unos segundos para que los punks realizaran el slam que se intensificó con la segunda pieza de la noche, el clásico Joker in the Pack. Mientras tanto, el cantante aventaba cartas de póker, aparecía de su boca serpentinas y sacaba una sombrilla con la que aventaba papelitos.

Los asistentes no dejaban de cantar, bailar, gritar y aclamar a la agrupación, cuyos músicos derrocharon toda su energía y se entregaron al 100% a sus seguidores mexicanos. Llegó el turno de My Baby Got Run Over by a Steamroller, Easy Way Out, Numbers; el momento romántico ocurrió con I Am Yours (donde Monkey sacó un globo en forma de corazón).

El guitarrista Pete se vio muy feliz y sonriente durante todo el show, además no dejaba de cantar, el baterista Kid también encargado de los coros se mostró divertido. La banda cuenta con nuevos integrantes, los alemanes Highko en la segunda guitarra y el bajista Kiki,  ambos demostraron el potencial musical que poseen.

Más adelante tocaron Fucked Up World, Picture The Scene, And It Was So!, melodías que forman parte de su nuevo material discográfico.

Monkey no paraba de bailar, jugar y subirse a los postes del escenario, acto que encantó a los fans. De la nada desgarraba su camisa, además de que en un abrir y cerrar de ojos cambiaba de vestuario.

Ya iba acercándose la última parte de la tocada cuando interpretaron Life Goes On, uno de sus temas más recientes fue algo lleno de nostalgia y tranquilidad. Las cosas cambiaron con Chinese Takeaway y la concurrencia se emocionó mucho con esta canción que habla sobre comida china. Pero después los Adicts regresaron a la tranquilidad con Bad Boy.

Por fin para cerrar con broche de oro enloquecieron a todos los punks con una excelente versión de su canción más famosa Viva la Revolution y You’ll Never Walk Alone, donde aventaron pelotas y estuvo repleto de agradecimientos a México.

Ver a The Adicts en vivo es toda una experiencia, lejos de ser el típico show punk agresivo donde se repudia a la autoridad, aquí se trata de pasar un buen rato, cantar y sobre todo ser feliz. Pues tal pareciera que con su presencia llenan de colores el lugar donde tocan, además de ser una banda muy sana, ya que son todo lo contrario a su nombre.

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