Por: Arturo Lozano Ronces.
Rusia nunca se ha caracterizado por tener una pasión con los superhéroes, contrario a lo que sucede en América donde es toda una industria valorada en cientos de millones de dólares, por lo que el hecho de saber que la película de Los Guardianes es una producción rusa, es de llamar la atención.
La historia sigue a un grupo de personas que durante los tiempos de la guerra fría, fueron sometidos por una organización secreta a experimentos para alterar su ADN, lo que les dio súper poderes. Uno de los científicos responsables, Kuratov, planeó huir y llevarse los experimentos lejos de las autoridades soviéticas.
Cuando el ejército fue a buscarle, Kuratov hizo explotar los laboratorios y cayeron químicos sobre él, obtuvo poderes que lo volvieron prácticamente invencible, así decidió crear sus propios soldados. Pasa el tiempo y Kuratov vuelve para amenazar a Moscow, por lo que buscan a 4 sobrevivientes con poderes para qué formen el grupo de los Guardianes y detengan sus malvados planes.
Uno no puede dejar de ver las similitudes que hay con los personajes de otras compañías, el diseño del personaje de Khan es sospechosamente parecido al del Soldado del Invierno, Ursus teme perder el control cuando se convierte en oso, algo así como Hulk, Ler el Ermitaño que controla las piedras tiene una escena en que se asemeja a la mole y Xenia es la mujer invisible.
Todo esto como base del cual son vestidos con la cultura rusa y soviética, es clara la idea del multiculturalismo que pretenden abarcar, vemos como para el reclutamiento van a Moscow, Siberia, Armenia y Kazakhstan, cada personaje representa esas tierras.
Y al final ese es todo el carácter del personaje, nos muestran sus historias pero todo queda en un nivel superficial, sólo hay un par de escenas donde hablan de sus motivaciones pero realmente no son cosas que trasciendan en la trama.
Se ve que en general la producción tuvo un presupuesto limitado, por lo que hubo elementos que fueron bien realizados como el oso Ursus, cuando empieza a disparar soldados clones con su metralleta se ve como humor sin sentido, pero al final logra el cometido de enaltecer al país. Porque no hay nada más ruso que los osos.
El principal fallo de la trama en la película recae en el villano, al ser el menos carismático de todos, la ambición de kuratov por conquistar el mundo para demostrar que es un genio no es algo que realmente divierta, ya que además de ser genérico el diseño del personaje es el punto más pobre del filme.
Al final ese nivel de simpleza es lo que ha hecho posible que pueda ser distribuido a diferentes países, por que al final hay que tomar la película con el humor absurdo que fue planeada, por ejemplo, el personaje de la reclutadora está peinada igual que la esposa de Iván Drago. Así que como experimento, puede que esto anime a que más países se suban al tren de las películas de superhéroes.