Rostros Ocultos: de nostalgia acumulada

Por: Raúl Ramírez

No, no es el final, ni de nuestro amor, ni de Rostros Ocultos; ni el comienzo tampoco, ya van 25 años de trayectoria y la cuenta no se detiene, quizá no lo crean, pero esta banda mexicana, surgida en 1985, mantiene un paso vigente, y la noche es de ellos, para su público, en el Rock and Road.

El Rock and Road abre sus puertas a las 9.30 pm, conecta sus tres niveles con el escenario principal, ubicado en Luz Aviñon y Avenida Cuauhtémoc, cuatro taburetes de color chocolate y vainilla por cada mesa, que permite la asistencia a noches de covers y bandas tributo, invitados especiales y hoy una banda abre, de nombre Botas Negras, con integrantes de Elefante y Victimas del doctor Cerebro; es noche de recuerdos y canciones ochenteras, no hay mejor forma de dejar paso a los grandes de esta noche.

roLos teloneros de talla

Quiero detenerme un momento con Botas Negras, el ánimo del vocalista Claudio (Radio Kaos)  y su colección de voces le valieron muchos aplausos, interpretando a Anthony Kiedis, Eddie Vedder y Freddie Mercury, lograron darle un juego de recuerdos a esta noche. Su carisma en escena, junto con el de sus compañeros “StoneFace” (desde Victimas, al mando de la guitarra) y la voz de “Iguana” (de Elefante, en la bateria),  que recitaba una sola vez en la noche…Y que me traigan más botellas, para quitarme este sabor de su sudor, y que me apunten en la cuenta, toda la desgracia que dejó… sí, momento de uno de los tantos covers que cerraron la noche para abrir la madrugada.

Mucho camino para la juventud acumulada

El público espera y no se le hace sufrir, en el punto más alto de la noche, cuando el reloj marca medianoche, un video muestra una presentación de los 20 años de Rostros Ocultos, mujeres y hombres gritan -que poca madre- entre los estribillos, la pantalla se levanta y lo que eran proyecciones, ahora están en cuerpo presente;  a menos de cinco metros de la audiencia, Luis, Poncho, Arturo y Cala son Rostros Ocultos, una de las bandas ochenteras y noventeras que marcaron en México la época  del “Rock en tu idioma”.ro2

Celebrando sus 25 años, comienzan con sus éxitos cuando eran “Montana”, la cabellera blanca y sedosa de Arturo Ibarra y la actitud reluciente (sí, por la ausencia de cabello) del frontman Agustín (Cala) Villa son sus atributos visibles en el concierto. La canción Te extraño del álbum Quiero más levanta a una audiencia sedienta de esos recuerdos, personas en su mayoría de cuarenta años se han reunido para escuchar los temas de esta banda mexicana.

– ¡Te amo Cala! ¡Te amo Cala¡-

– ¿Habrá boda?… Que hueva.-

 Pequeñas interacciones y diálogos inundan esta noche, debido a una considerable cantidad de asientos vacíos, los interesados se acercan más a la banda; Cala prende un cigarro mientras el personal del lugar le pide que lo apague, lo pisa completo casi sin aspirar mientras levanta su botella de tequila, invitando a un salud universal.

Su fiel camarada, Arturo Ibarra, maneja más de un solo que invoca a los gritos de asombro y satisfacción, el tecladista Luis Quintero supera las expectativas siendo la gran sorpresa de la noche en el conjunto, y el bajista Alfonso Martínez interpretan el setlist de una manera más apegada a un rock que se extingue, incluso distinto al sonido de sus álbumes, cada capítulo de esta velada guarda éxtasis y un dejo de descontrol.

Con tantos años en los hombros anuncian tema tras tema, orgullosos de su trabajo y cada noche que ellos han tocado, mantienen un voto de confianza y complicidad con su público, todos esperan la canción de “El final”, al saber que será el último acto, nadie espera que el desenlace inicie pronto.

Canciones como Ella, un cover del maestro José Alfredo Jiménez entra con unos riffs que recuerdan a Breaking the Law de Judas Priest, Rostros Ocultos revive a El Tri con una versión cerca del pop de Triste Canción de Amor, incluso, los ánimos de Cala piden traer al Stone, que tocó horas antes, el guitarrista pide un aplauso para Arturo y para la banda, las últimas canciones se acercan y un cover de la banda punk The Clash hace presencia con Should i stay or should i go?.

El  final  es su canción más famosa, tocada en antros, fiestas y en todo karaoke posible, es una canción tan famosa que todos saben la letra implícita, oculta para nadie, el público es dueño de esta adrenalina; gritar Que Poca Madre es parte de un himno de la banda sonora del mexicano, de su historia y de su cultura: el dolor de verla besándose con otro.

La noche ha terminado, más temprano que tarde, considerando que son las dos de la mañana, pero el sabor de boca que se queda en los presentes recuerda que el tiempo no pasa igual para todos, ellos tiraron todo el rostro esta noche.

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