Por: Angélica Camacho.

La noche del 16 de febrero el nombre de Silvana Estrada aparecía en la marquesina del Teatro Metropólitan, sería la segunda fecha de sus dos presentaciones que bautizó como El ruido y el silencio, pero en esta vez fue el después de un triste suceso, fue un homenaje a la vida, al amor y sobre todo a la amistad.

Un cuarteto de cuerdas fue el encargado de amenizar previo al show de Silvana. Con bellas melodías y las vibraciones del violonchelo, el Teatro poco a poco lucia con más gente, mientras un olor a incienso aromatizaba sutilmente, y así, entre una cálida atmósfera, todo estaba listo para el esperado comienzo.

Un ukelele, una sola luz y Silvana Estrada ataviada con un vestido rojo, eran los precisos elementos para iniciar y el tema elegido fue Más o menos antes primero del álbum Marchita y primero de la velada.

Luego el cuarteto, un piano y percusiones se unieron en el escenario y los temas del álbum sonaban uno a uno, en el mismo orden que el disco. Todo ocurría ante un público que permaneció todo el tiempo sentado pero siempre coreando y disfrutando.

“Que esta canción sea para que la tristeza se vaya”. Anunciaba la cantautora la canción Tristeza. Al final hizo de ella algo que se suelta, cambiando el ritmo de la música por uno más feliz y liberador haciendo que todo el público coreara junto a ella.

Venía La enfermedad del siglo la última de Marchita, a la que le siguió una especie de intermedio con solo los músicos de pie.

Luego salía con otro vestido color grisáceo para seguir con Al norte y Clandestina una nueva versión suya del clásico tema de Manu Chau. Entre gritos de “Ni una más” llegaba Si me matan, que fue dedicada para Adriana Hernández que ya no está con nosotros, era una fan de la intérprete que lamentablemente sufrió un accidente en el metro de la CDMX.

Para anunciar Se me ocurre, Silvana contaba “Un gran amigo me dijo alguna vez que crear ficción eventualmente mejora la realidad”.

Los asistentes desde sus asientos mostraban empatía y apoyo para Silvana, porque en el ambiente se sentía la melancolía de ella por la partida de sus amigos, los hermanos Jorge y Andres Tirado quienes fueron privados de la vida en un crimen en la colonia Roma.

Brindo una conmovedora versión dedicada a los… sus amigos que partieron injustamente de esta vida. Posterior una versión memorable de Amor eterno.

Así Silvana pedía al público que se pusiera de pie por primera vez en la noche para bailar y despedirse alegres con Tenías que ser tú.

Silvana Estrada posee la facultad de escuchar y crear música con sensibilidad y apreciación, seguidos de un don para escribir agudo y preciso. Una noche emotiva, para apreciar el ruido y el silencio entre sonidos y sentimientos a flor de piel.