Después llegó el turno de Barra Brava, grupo oriundo de Mexicali que es muy popular ntre los skinheads mexicanos, pero el tiempo transcurría e interrumpieron su actuación porque no había mucho tiempo; este hecho provocó que muchos skinheads se enojaran y mentaran madres. Siguió Gameness, quienes tocaron poco y con buena aceptación.

Ya pasada la media noche El Síndrome del punk logró un buen ambiente con “Punk suicida” y “A mi manera.” El Síndrome tampoco tuvo suerte y ejecutaron muy pocas rolas para darle paso a Total Chaos, los californianos tuvieron problemas técnicos pero lograron salvar su setlist (del cual tocaron la mitad) de una forma impecable. Canciones como “Babylon”, “Complete Control” y “Punk Not Dead” armaron el slam entre los punks. Rob, el vocalista desprendió mucha energía durante el tiempo que piso el escenario y el bajista Chema no paraba de saltar e interactuar con el público. Otras de las piezas que prendieron fueron “Police Rat”, “Attack” y “Nation of War”. Finalmente se despidieron con su tema más popular “Riot City”.

Los americanos se marcharon del escenario, mientras tanto los integrantes de Decibelios se iban acomodando para comenzar a tocar, para lo cual tardaron un poco. La espera acabó y Fray, el vocalista apareció y automáticamente el show se convirtió en una fiesta. Su clásicos “Voca de Dios”, “Camaleón”, “Local 15 Visitante 0”, “Mi Barrio” y “Mezcal” fueron coreadas por sus seguidores.

Durante varias ocasiones tuvieron problemas técnicos (los cuales fueron difíciles de resolver y eso afectó a su actuación), por lo que en esos momentos aprovecharon para expresar su agradecimiento con México y que para ellos este concierto representaba algo muy importante. Cada vez se ponía mejor el espectáculo, continuaron con “Estos macarrones aún no están hechos”, “Sangre Dorada”, “El Seminarista y los Boy-Scouts”, “Ningún nombre de mujer” e interpretaron “Botas y Tirantes” y “Matar o Morir” en compañía de Chema de Total Chaos.

Lo que en esos momentos se estaba viviendo era una fiesta con mucho relajo y peleas entre skinheads, en las que Fray tuvo que pedir que pararan porque si no lo hacían Decibelios dejaría de tocar. La gente se entregó a los barceloneses y ellos correspondieron, la pieza con la que dijeron adiós fue “Kaos”.