Por: Luis Rodríguez.
Dentro del 25 aniversario de la Cuca en el Teatro Metropólitan, la banda con fusión metal, rock, hard core y ritmos tropicales Machingon estampó en la lona su “guapacha power”.
La mítica y legendaria banda de rock Cuca, orgullosamente mexicana, celebró 25 años de música, rockear y para dar inicio a una festividad de alta alcurnia y grandeza, sólo un trancazo de música “pagüer” podría darse el lujo y dar la talla para fermentar tal acontecimiento; los creadores de la música chingona, los herederos de las canciones de nuestros padres y abuelos, los únicos, los inconfundibles, “Los Machingones”.
La noche de este sábado 25 de julio, a las 20:11 el desmadre ladró con siete enmascarados que conforman la banda Machingon, esos siete enmascarados de los escenarios contagiaron la rebeldía eufórica, en donde las notas volaron desde las esquinas para azotar en los oídos del público.
Al detonar su música, “Los Machingones” hicieron volar “tapas” y cabelleras, el calor de la eterna batalla del bien contra el mal se tergiverso en un sonido entre guitarras, voces y percusiones de ese género que es entre “guapacha-power”, cumbia-metal o como se le quiera catalogar, sin embargo es un híbrido del cual gozan los dignos melómanos.
Machingon está integrado por Pablito Makabrito, voz; Tencho Rizo, guitarra; Piochingon, batería; Súper Puñeko, bajo; George-nitales, congas; Dr. Kumbia, guitarra y Pito Puentes en los timbales. Y durante la apertura para la Cuca, tocaron rolas como “Tunder cumbia”, “Lucha”, incluso covers como “Estos celos”, en una versión de rock and “focking” roll.
Mientras el mismísimo amo de las cuerdas, el «Dr. Kumbia» inyectó con su guitarra la dosis de son al ton de cada “rolón”. Pero no todo fue rudeza, también se mostró el lado técnico y sabrosón de los encapotados con las canciones «Como decirte que no» y «El triste», ahí se revelaron con el corazón en la mano y con lágrimas en la máscaras, el amor se les zafó a esta banda fusión.
El poderío musical fue clavado por el recto camino del orificio auricular de los espectadores. Enfundados en sus coloridas máscaras de luchadores, música ríspida, rebelde, ácida, irreverente, letras crudas y de doble sentido, esto y más es lo que representa a Machingon.
Y para mandar al birote a Machingon, pues se destrampó el tema “Repegón de camarón», deseado por las chicas y gustado por los mariachis el vocalista dio de sí y también de no. Puro romance style in da world, bien mamalón.
Por último Armando palomas se paró en el escenario y coreó “Vamos a ponernos marihuanos y todos con la Cuca nos la vamos a tronar”, al ritmo de «We were rock you» de Queen, sin importar que el micrófono no servía.
Con diez años de trayectoria dentro de la escena del rock mexicano, Machingon, cuenta en su haber con dos discos de estudio, próximos a lanzar su tercera producción, y en donde Galileo Ochoa, ex guitarrista de Cuca y ahora de Nata, ha sido el encargado de producirlos.
Después de más de 30 minutos de música truculenta, se despidieron con una selfíe, la clásica pose choteada y rementada por todos; pero así son los que llegan a ser famosos, se les suben las ladillas a las barbas. La tercera caída fue ganada por el público y Machingon se llevó uno de los mejores triunfos de su carrera profesional.