Por: Mónyka Sandoval.

Despertar, vivir una tragedia, sobrevivir, dormir, tener una pesadilla, dormir, o ¿despertar? Giros y giros dan comienzo a una de las películas más esperadas este verano: Wolverine Inmortal.

A partir del viernes podrán disfrutar esta película en cualquier formato cinematográfico y en la sala de cine que sea de su preferencia. Es muy recomendable que se vea en los mejores formatos digitales (3D, 4D, o 4Dx).

La película está llena de acción y no se olvida de contraponer un Tokio con tecnología exclusiva y las míticas figuras de los samuráis. Incluso, le dan giros al espectador con sus sentimientos: arrebata risas, brincos de adrenalina y la esperanza de un final feliz.

 NO HAY QUE PERDER DETALLE.

Si bien es una película de acción, no deja de señalar puntos importantes. En esta segunda entrega, verán un mutuante mucho más humano que se plantea una pregunta para cuya contestación, tendrá que sufrir en carne propia el dolor físico y emocional.

 Recordando un poco la primer película, recordamos que Logan (Wolverine), estaba enamorado de Jean, una persona que hizo mucho daño, y siendo un mutante, tendrá que vivir con la eterna pesadilla de ser el monstruo que mata a los que más ama. Pero, ¿es realmente amor o en verdad es un apego al “amor”?

Es muy fácil caer en confusiones y cerrarse las puertas a una obstinación o apego, cuando en realidad, perdemos la oportunidad  de abrirle las puertas a alguien que tiene más para ofrecer que un simple recuerdo.

Por otra parte, plantea algo muy válido en la actualidad. Recurriendo a lecturas o historias, la cultura japonesa es una muestra incesante del llamado honor, honor a tu familia. Pero, ¿existe una palabra de 5 letras con un valor monetario? En sí, dejaría de existir por tener un valor que no concuerda con su significado lingüístico.

Hoy en día, debido a las múltiples circunstancias que nos rodea, es fácil apreciar que los valores se han perdido en manos de una vida mejor, más estable y mejor remunerada que cualquier trabajo ordinario. O sencillamente, a manos del poder.

Pero tranquilos, es sólo una reflexión personal. Saquen sus propias conclusiones y ni se preocupen, aún hay mucho que ver. Para ser sinceros, no sólo asistiría, incluso me quedaría a ver los créditos finales.