Por: Monyka Sandoval.

El día pintaba ser tranquilo y perfecto. Sería el primer día de la semana que no diluviaría en la ciudad de Querétaro. Pero el día, poco a poco se fue volviendo gris y frío. Siendo fin de semana el Centro Histórico de la ciudad estaría atiborrado de personas a pesar de la lluvia. No fue así. El Centro se respiraba sólo y triste, como nunca lo había visto en 21 años de vida.

Espere un tiempo con la esperanza de ver un poco de vida hasta que poco antes de la hora citada, comencé a internarme un poco más en el corazón, en la Plaza de las Armas (también conocida como la Plaza de los Perros) a las 7:30 pm. Caían gotas gordas sobre el paraguas y el viento se asomaba aprisa entre las calles.

Me sorprendió ver un buen escenario armado, con luces, grandes bocinas y varias sillas apiladas al pie del escenario, toda al descubierto, excepto la cabina de sonido arropada entre lonas azul rey. Visualicé a una pareja sentada en la primera fila, intenté informarme un poco de que pasaría a continuación pero ignoraban la situación al igual que yo.

Ante la inclemencia del tiempo, supuse por lógica que cancelarían el evento. No se puede exponer a un bailarín sobre un escenario mojado y una lluvia incesante, las consecuencias podrían ser severas. Pero decidí no predisponerme y dejar que la producción actuara y pensara una solución creativa y rápida.

Espere, espere como muchas personas protegidas bajo los portales del Palacio de Justicia, espere como muchas personas envueltas en sus impermeables y protegidas con su paraguas. Espere, espere como la producción agitada, caminante de un lado a otro con los celulares en la mano trazando una estrategia para continuar con lo planeado. Espere, espere como los curiosos que ante el movimiento decidieron sumarse a la espera.

Poco después de las 8 pm se decidió configurar un escenario alterno, sobre los portales. El staff veloz y con mucho entusiasmo trabajó hasta las 9 pm que todo quedó listo. Entre aplausos de alegría por ver un poco de lo esperado, el público recibió a la directora del Festival Ibérica Contemporánea con aplausos. ¡Por fin la inauguración daba inicio!

Se recibió en el escenario de manera breve a los diferentes acompañantes para dar un breve homenaje a los ganadores del concurso Murales Urbanos, los cuales, fueron una serie de pinturas a base de grafiti con la temática a propósito del Festival, la danza.

Paso siguiente, se presentó el Taller Coreográfico LARREAL de la RCPD Mariemma de Madrid. Una fina mezcla entre fortaleza y sensibilidad. Entre pasos fuertes, poemas recitados, el movimiento libre del cuerpo, la belleza de la danza acompañada, el coqueteo sincero y amistoso, se vivía la danza entre los espectadores, expectantes de tan sutil belleza, que no se reservó nada.

Así la Compañía y el esfuerzo de parte del Festival, deja un buen sabor de boca y las ganas de continuar las actividades que se ofrecen en esta 4ta. Edición del Festival Ibérica Contemporánea. Esto, apenas comienza…