Por: Angélica Camacho

Fotografías: Liliana Estrada / OCESA

La Bande-Son Imaginaire llenó el Metropolitan con un ritual oscuro e inolvidable

La noche del 6 de septiembre el Teatro Metropolitan vivió una jornada distinta. Antes del acto principal, el público ya estaba encendido gracias a DJ Scorpio 69, quien con su show cargado de beats potentes y presencia escénica puso a todos en sintonía para lo que vendría.

Minutos después, el turno fue de La Bande-Son Imaginaire, agrupación originaria de Oaxaca, que consiguió un sold out histórico en la capital. Lo que en su momento fue un proyecto de nicho dentro de la escena oscura ahora se proyecta como una propuesta en plena expansión.

El concierto no fue improvisado: estuvo diseñado como un ritual en tres actos, cada uno con su propio simbolismo.

• El acto I con Scorpio 69) abrió las puertas al inframundo con vinilos, beats y un aura de oscuridad que atrapó a los asistentes desde el primer minuto.

• El acto II fue el despertar: un acto audiovisual donde la banda y su puesta en escena hicieron vibrar el recinto como si se tratara de un regreso de ultratumba.

• Por último el acto III culminó como una fiesta de muertos contemporánea, con La Bande-Son Imaginaire desatando la catarsis colectiva al ritmo de su electrónica ritual.

Desde la primera canción, Mexican Wave, hasta el clímax con Chez toi, cada pieza se sintió como parte de un viaje cuidadosamente narrado. La teatralidad, los símbolos y la entrega del público hicieron que la experiencia trascendiera lo musical.

Lo más poderoso fue ver la conexión con el público ñ, un recinto lleno coreando, bailando y entregándose por completo a una banda que salió de Oaxaca y que ahora pisa escenarios de gran formato con paso firme.

Con este show, La Bande-Son Imaginaire confirma que está rompiendo las fronteras de la escena oscura y mexicana así cómo que su historia apenas comienza.