Por: Mike López.
Fotografías: Zeus López.
22 de Julio de 2022 era la fecha pactada para que la estación del metro La Viga vuelva a ser testigo de cientos de personas que llegan poco a poco para escuchar en vivo el álbum que tras la salida de Max de la Sepultribu no nos dio oportunidad de disfrutar, El Circo Volador, el lugar elegido para regresar a las raíces de la mano de los hermanos Cavalera con un invitado de lujo el gran Dino Cazares.
Los años no han pasado en vano, los mas aguerridos thrashers acuden a la cita pactada, con el tiempo varios acompañados de sus hijos a los que les seguramente les han inculcado el gusto por esta banda que marco de muchas maneras a toda una generación.
Una tarde lluviosa de 1996, fui a un local en Plaza Meave cerca del centro de la ciudad para ver qué novedades tenían, en ese momento me enteré que Sepultura acababa de publicar su sexta placa ROOTS no dudé en comprarlo y correr a casa a escucharlo de principio a fin. El anterior había dejado la vara muy alta y tenía que escuchar la nueva entrega con la mente abierta, no era tan rápido pero sonaba bien al mezclar su estilo con los sonidos y cantos provenientes de lo más profundo del amazonas. Esperaba con ansia el día el día que anunciaran una presentación en el DF, pero eso no sucedió.
26 años han pasado de la salida del álbum los mismos que marcan la salida de el vocalista fundador quedándonos con las ganas de presenciar la potencia de este disco en directo… ¡Hasta el día de hoy!
En punto de las 9:46 se apagan las luces del foro y muchos dejan su lugar en la fila para comprar una cerveza y corren para escuchar el gran arranque, que al igual que el disco es Roots Bloody Roots, a partir de ese momento todo es en espiral ascendente, Attitude suena increíble al igual que la voz de Max que a pesar de los años sigue igual de potente, Iggor preciso y energético, la atención en todo momento se centra en los hermanos Cavalera dejando de lado, por muy poco la presencia de Cazares.
Ratamahatta una de las eternas consentidas del álbum, hace que el Circo Volador retumbe hasta sus cimientos .
Uno de los riesgos que tomó la banda en este álbum fue el cimentar las bases del nü metal, dicho en otras palabras, bajar la velocidad sin perder la energía, canciones poderosas que te hacen agitar las cabeza en vez de hacer el moshpit aunque tiene sus momentos para hacerlo.
Breed apart da paso a que Max acompañe con un tambor a su hermano tras la batería lo cual es emotivo, solo ellos dos en el escenario como aquel momento cuando tenían 14 y 13 años comenzando esa historia llamada Sepultura. Straighthate y Spit, nos dan la indicación que el final del Roots esta cerca pero aun nos tienen un par de sorpresas preparadas, Lookaway llega y Max pide que apaguen las luces del recinto y prendan las luces de los celulares y ahí comienza la locura cuando Max comienza a entonar la primera parte de una canción que ya es de dominio popular War Pigs de Black Sabbath para rematar con Territory solo nos dieron una pequeña parte de esa canción, nos hubiera gustado escucharla en su totalidad pero con el beat que traían entraba perfecta. Dusted comienza a sonar y el final se hace cada vez más latente, Born Stubborn y el doble bombo de Iggor no podría ser mas preciso. Los cantos tribales comienzan para dar paso a Itsari obviamente sin los arreglos de guitarra pero aun así es un momento increíble, Ambush seguida por otro jam de Iggor tras los platillos que demuestra el porque es uno de los mejores bateristas del genero.
El momento del mosh ha llegado con Dictadorshit aunque dure un poco más de un minuto pero recordemos que hacer esto en el circo volador se podría considerar un deporte extremo.
La puerta se ha abierto y un sonido estridente sale del PA es momento de volver a las verdaderas raíces, esas que se ejecutaron con maestría en el Morbid Vision del 86 ¡Así es! Un himno de aquellos años comienza a sonar y ya sabemos que sigue después de la intro de Troops of Doom el mosh a todo lo que da, como debe de ser, sin reparos, sin concesiones, sin piedad… ¡Sin temor! Como el espontáneo que arriesga la vida al escalar en las torres de audio ante el descuido de las personas de seguridad ¿Si esto no es el verdadero Trash, no se que sea? En el escenario se percibe un halo de sorpresa acompañada de una sonrisa al ver a este sujeto comprometiendo su integridad física pero con la certeza que su música lo ha provocado y no podría existir un mayor tributo.
Ya entrados en materia es momento de honrar la presencia del invitado y hacer más latente la locura con un clásico de Brujería, no damas y caballeros no es la más conocida, es La migra con un Max al que no se le entiende un carajo pero tiene la actitud ¿A quien le importa? ¡Brujería está en la casa!
Aún falta un himno y es hora de que todo se vaya al demonio con Refuse Resist ya nada puede parar está locura, no hay manera. Sí, el Roots es una joya de álbum, no cabe duda pero el Chaos A.D. está en otro nivel de la estratosfera.
El aquelarre pudo haber terminado ahí pero deciden cerrar como empezaron la noche con otra versión de Roots que para ser honestos fue grandioso, sobretodo para los que prefirieron comprar una cerveza en vez de estar ahí desde el inicio.
La despedida es con la ya tradicional foto dando la espalda al público con una canción de “Los Tigres del norte” de fondo cerrando una deuda de 26 años al ver a Max e Iggor abrazados. Sí, que chido que invitaron a Dino, que cabrón toca el bajista, pero en palabras de Max “Este es el verdadero SEPULTURA”, demostrando quien en verdad es el verdadero “Jefe de Jefes” en la Sepultribu junto a su hermano, algo que nunca debió de haber cambiado, pero esa es otra historia.
Regreso a casa para escribir esta reseña con la certeza de que mañana no podré mover el cuello pero con la satisfacción de que hoy se saldó una deuda de 26 años que me hizo recordar que ya no estoy chavo pero como dice el track dos del ROOTS:
The only way
To get away
Kill your pride
Attitude.
EL ALEBRIJE 