Por: Saúl Montoro

UN DÍA COMO HOY pero de 1980 se estrena en los cines Manacar, Latino y Futurama APOCALIPSIS (1979) de Francis Ford Coppola.

En lo personal, como he dicho siempre, esta película representa la ÓPERA de la guerra no solo por la narrativa solemne, grandilocuente, dramática y por muchos momentos intima de los personajes mostrados por Coppola sino también por el contexto socio-político que representó Vietnam como ejemplo de la sinrazón, el cinismo, lo fútil y lo frívolo de esta o cualquier guerra.

Y por el otro lado, y he aquí lo brillante de Coppola, poder mostrar lo más profundo del ser humano en sus dos aspectos más radicales de la violencia inhumana y la empatía al pensamiento luego de una travesía Dantesca que nos remite al eterno viaje del héroe descrito de forma puntual por Joe Campbell; lo que no resulta nada descabellado dado que Coppola fue alumno de Campbell junto a sus compas Lucas, Scorsese y Spielberg.

Pero no solo eso sino también una fuerte inspiración de Coppola en el muy recurrido «El Corazón de las Tinieblas» de Joseph Conrad al trasladar todo el contexto de Vietnam a lo que representó el Congo y todo el infierno colonialista de la novela corta de Conrad para adaptar el guión.

A partir de la misión asignada al Capitán Willard de encontrar y matar al «desertor» Coronel Kutz quién a organizado su propio ejercito y su propia filosofía de combate físico y psicológico, el espectador se va transformando de un testigo con una conciencia propia a esta aterradora empatía que representa en el capitán la figura totémica del Coronel Kurtz. Una montaña rusa de conceptos encontrados desde el interior de nuestra psique donde sin detenernos a analizar la situación, tomamos partido en uno y otro lado de la mente humana en las personas de Willard y Kurtz hasta el encuentro final donde somos abandonados por el guión para tomar una decisión de lo que es bueno o malo sin matizar los cuestionamientos.

Coppola nos pega contra la pared dejando dos espadas frente a nosotros para saber cual elegir para matarnos: En el corazón o en el cerebro.

Aquí yace la brutalidad poética (más allá de la guerra) de APOCALIPSIS de Coppola; nos lleva de un lado a otro de la mente de sus personajes jugando a su vez con la nuestra para luego ofrecernos dos únicas salidas con un mismo fin y salir del cine con muchas sensaciones encontradas donde ni una sola de ellas es de felicidad.

Además, desde un punto de vista más cinematográfico, a 40 años de su estreno en México, la película no ha envejecido un solo cuadro; se mantiene tan actual como si se hubiera filmado ayer.

Por eso y muchas cosas más ¡Gracias Francis Ford Coppola! y… FELIZ ANIVERSARIO EN MÉXICO APOCALIPSIS