Por: Enrique Guerrero

Con una larga duración, gran intensidad e imágenes poderosas, el director Luca Guadagnino vuelve después de su éxito con “Call Me by Your Name” a revisitar un clásico del terror italiano, “Suspiria” de Dario Argento.

“Suspiria” narra la historia de Susie Bannion una joven estadounidense que viaja a Alemania a entrar a una compañía de danza, donde ocurren sucesos extraños, a la par, un psiquiatra trata de investigar lo que le ocurrió a una paciente desaparecida, que lo apuntará a dicha compañía.

Como siempre, es un deleite ver actuar a Tilda Swinton pero todo el elenco tiene un gran nivel actoral, empezando por Dakota Johnson, quien ha dejado atrás a Anastasia Steele/Grey, pero también destaca la participación de Angela Winkler, quien interpreta a Mrs. Tanner.

La película cuenta con una gran intensidad, tiene un par de secuencias que usan imágenes poderosas, usa mucho la herramienta de la sugestión, busca impactar al público, y maneja demasiados simbolismos.

Si lo que esperas es una película de terror convencional, te llevarás una decepción, la película tiene un ritmo lento, y dura casi el doble que la original “Suspiria”, no tiene la misma dinámica que una película de Argento, más bien esta versión es el hijo que tuvieron “Black Swan” y “Lords of Salem” de Rob Zombie.

La película juega con el contexto histórico, esta versión la sitúa en el mismo año que la original, 1977, por lo que el guion habla un poco de las dos Alemanias, el muro, la tensa vida que tenían los alemanes con los disturbios y las protestas, además de un sentimiento de culpa aun latente como resultado de la segunda guerra mundial.

El músico Thom Yorke  fue el encargado de la música, presentando la canción “Suspirium”, por supuesto una pieza de calidad, pero suena a una canción relleno de cualquier álbum de Radiohead, en cuanto a la música incindental, también es buena y efectiva, pero no acaba teniendo la personalidad de la música original de Goblin y Argento.

(ALERTA DE SPOILER) Los diálogos del aquelarre de brujas, su visión de las cosas y sus posturas hacen que más que sentir horror o desprecio, van a generar empatía, como un símbolo radical de feminismo, particularmente en estos tiempos polarizados alrededor del movimiento feminista.

En la trama, la película repasa la mitología de Argento de las tres madres, presentadas en la original, así como en “Inferno” y “The mother of tears”, por lo que, quizá accidentalmente, se está planteando un universo cinematográfico alrededor de las historias de Dario Argento, el Argentoverse, sobre todo con las declaraciones en una entrevista para Deadline Hollywood de Luca Guadagnino  sobre su intención de hacer una secuela o precuela.