FERNANDA TAPIA: El albur es machista, es un “te chingo» o un “te cojo”.

Por: Sergio Ubaldo.

45En BSDM, Cincuenta sombras de Fer, la irreverente Fernanda Tapia, junto Kristal de Sade y Marqués Alexander, pretenden desmitificar los prejuicios acerca de la práctica sexual del Bondage, Dominación, Sadismo y Masoquismo (BDSM). Este gran texto, editado por el Grupo Editorial Porrúa bajo el sello Otredad, también pretende ser un manual para esas mentes inquietas en pos  de nuevas experiencias eróticas, a través de una titánica cronología y de testimonios de sus practicantes. Aquí una breve conversación con tan singulares personalidades.

En una sociedad dónde el sexo es un tabú, ¿Qué tan complicado fue realizar un libro sobre BDSM?

FT: Fue mucho más fácil de lo que podría pensarse en cuanto a disposición. Gran parte28693569_10155252746595978_2085203603_o de este material ya existía, hecho por personas expertas en el tema como amo Marqués Alexander, su esposa Kristal de Sade y algunos otros colaboradores. De hecho el material ya estaba trabajado para las clínicas que ellos imparten. Por otro lado, hubo la apertura de las personas a las que solicité entrevistas y cuando le presentamos el material a José Miguel Porrúa encontró el nicho exacto de un nuevo sello en el momento pertinente el que debemos postular el respeto a las diferencias. Pareciera que todo el mundo estaba muy dispuesto, ahora, lo “que costo uno y la mitad del otro” fue darle forma a todo el material, ahí si se la “rifo” el equipo de Porrúa, incluyendo a José Miguel. Lo hicieron de una forma tan bonita, tan fácil de leer y tan atractiva, que se volvió un table book que puedes dejar olvidado en la sala de tu casa y hasta la abuelita lo puede ver sin problema. 

En nuestro país hay algo abiertamente sexual como el albur, pero hablar de sexo como tal resulta complicado, ¿De verdad hay apertura para hablar de sexualidad?

 DWxOsQUVMAAHMUQFT: No hay tal apertura, el albur es machista, es un “te chingo”, un “te cojo”. Entonces es la ley del más fuerte y el que tiene pene; vivimos un falocentrismo, creemos que toda la sexualidad está radicada en los genitales. Un prejuicio tras otro, pero no hay libertad real para hablar de sexo, comenzando por nosotros. Nos da pena pronunciar las palabras correctas de cada parte del cuerpo, nos gusta ponerle apodos: “el tesorito”, “el regalito”, “la papayita”, cuando no tendría por qué sonrojarnos ni hacernos reír el hablar de la sexualidad, pero esto ya es muy antiguo. Si bien los romanos eran absolutamente abiertos, cuando llega la Edad Media y el Cristianismo, viene el oscurantismo donde comienza “una bola” de prohibiciones, dónde si ejerces la sexualidad o la risa te pierdes del cielo, y en realidad son dos móviles absolutamente liberadores. El día que lo entendamos nos dejarán de tener “cogidos de los ovarios o de los huevos”.

Acerca de esos “móviles”, de fantasías y otros sueños eróticos, ¿Quién crees que tiene más valor para manifestar esos deseos o esas fantasías, las mujeres o los hombres?

FT: La verdad es que todos están “cagados de miedo” y es muy difícil llegar a cumplir villa-2una fantasía, hasta la más absurda y tonta, Un aplauso a todas esas organizaciones que se han dedicado a “desacralizar la carne” como la gente de Calabozo MX o hasta los clubes swingers donde ayudan a cumplir muchas de estas fantasías. Pero hay que atreverse a soñar. 

¿Cuál creen que sea la principal limitante no sólo para explorar otros caminos del erotismo, sino también para ejercer libremente una sexualidad?

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Kristal de Sade y Marqués Alexander

KS: En el caso de las mujeres el principal problema que tenemos es que toda nuestra vida nos han dicho que no nos toquemos, que no conozcamos nuestro cuerpo y no podemos sentir placer sino es con alguien a quien amamos. Pero no dijeron que podemos tener prácticas sexuales con quien no amemos, simplemente con tener cierta afinidad o atracción sexual. Si todos lo hiciéramos, nos daríamos más “chance” de experimentar no sólo en BDSM, sino sexualmente hablando. No conocemos bien nuestros órganos sexuales, tampoco sabemos cuáles son nuestras zonas erógenas, pues siempre todo es prohibido. Entonces si no sé donde siento más rico que me toquen, como se lo voy a pedir a alguien más que lo haga. El principal problema es el conocimiento y el reconocimiento del cuerpo, porque son dos cosas totalmente diferentes. En la escuela me enseñan que mi cuerpo tiene senos, vulva, vagina, pero el que me atreva a tocarme, a erotizar mis pezones o mi clítoris es un gran paso y no muchas mujeres se atreven. Hay algunas que tiene 50 o 60 años y nunca han experimentado un orgasmo, para ir más lejos hay mujeres muchísimo más jóvenes que ni siquiera se han atrevido a masturbarse.

Desde su experiencia en el BDSM, ¿Cuál la práctica más recurrente o que más se busca realizar?

KS: Principalmente dos: bondage y el azote. Bondage, es atar el cuerpo, a mucha gente leDM_MeDJUEAEZSdg parece demasiado erótico ver el cuerpo atado y además hay muchas formas de hacerlo, desde lo más sencillo como recurrir a un paliacate o una corbata, hasta técnicas más especializadas las cuales tienen que ver con cuerdas. El azote tiene que ver con nalgadas, sobre todo, pero también azotes con otros instrumentos como flogers, que son látigos como con muchas colitas, paletas o paddles o incluso con la mano. 

De las prácticas BDSM, ¿Cuál podría ser la más complicada de realizar?

MA: Todas tienen su grado de complejidad, pues hay que conocer las técnicas para poderlas realizar. Sin embargo, el bondage o a las ataduras, resulta ser una práctica muy laboriosa, por los detalles y los cuidados. Cada cuerpo es diferente, si una cuerda presionó en un lugar y hoy no te dolió, puede que mañana si te duela, entonces es muy cambiante todo el tiempo.

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