Por: Eli “La Panterita” Herrera
Una pregunta da vueltas en mi cabeza ¿para qué votar? Ahora en la tan mencionada elección de la Asamblea Constituyente que habrá de crear, entre otras cosas, la primera Constitución de la Ciudad de México, me cuesta trabajo no preguntarme y para qué servirá todo este proceso si todo el siglo pasado y los primeros años de esta centuria han transcurrido bajo la sombra de la traición, la corrupción, de los fraudes electorales y económicos; al mirar hacia atrás la huella de sangre es interminable, sistemáticamente todos y cada uno de los que prometieron el bienestar han traicionado, robado y asesinado sin detenerse, salvo por dos o tres honrosas excepciones.
¿Para qué votar? Retumba la pregunta sin una respuesta satisfactoria. Los argumentos son diversos, he escuchado desde que tengo uso de razón que “ahora si podemos hacer el cambio”; me han dicho que si no voto entonces no tengo derecho a reclamar, también he escuchado que de nada sirve si siempre ganan los mismos o que ya todo está planeado. Y reflexiono, siempre han sido, efectivamente unos cuantos disputándose ¿dinero, poder? Los mismos de siempre, nacionales y extranjeros.
Somos 120 millones de mexicanos de los cuales, según el INEGI 52 millones trabajamos diariamente. Si, 52 millones registrados generando economía, además de los comerciantes llamados “informales”, trabajando en un país rico en recursos, millones estudiando desde el nivel preescolar hasta doctorados, artistas y trabajadores del campo, todos produciendo, para que, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), existan 55 millones de pobres en nuestro país (en diversos niveles), si a esto
aumentamos el nivel de corrupción, la injusticia, el aumento desafortunado de feminicidios, la inseguridad, el descuido educativo y de salud social, el saqueo indiscriminado, entre mucho más, entonces nos damos cuenta de que el bienestar y desarrollo de los mexicanos NO está en la Agenda Nacional de ningún político, servidor público, gobernante, senador o diputado.
Entonces ¿para qué votar? si nos han demostrado claramente por todo un siglo que cada nuevo gobierno puede ser más desastroso que el
anterior. Amigos de El Alebrije los invito a reflexionar profundamente, a intercambiar opiniones y análisis con sus familiares, vecinos, compañeros de trabajo, intercambiar ideas para tal vez encontrar respuestas o posibles soluciones, si acaso tenemos alguna información hay que compartirla; así reunidos, juntos e informados intentemos redignificar la política, hagamos política, que no es lo mismo que pertenecer a la clase política. Aún no sabemos exactamente ¿para qué votar? por la maraña en la que nos encontramos. La pregunta sigue en mi cabeza, y así organizando una reunión vecinal, saldré al jardín y aullaré con la Luna.