Por: Luis Rodríguez / Fotografías: Alberto Barajas.

Para abrir el primer día del festival, Kike armonizó con su jugosa música en la Carpa Doritos, en donde las primeras personas se dejaban caer para empezar a conocer nuevas bandas o por el hecho de ser fans.

Por su parte Lost Acapulco arrancó en el Escenario Indio con toda la energía que puede transmitir para toda la chaviza, surf y más surf antes de que llueva, porque el clima augura que la tarde puede caer junto con el mismo cielo que sostiene el festival.

Además, Tototomas en la Carpa Intolerante tocó lo mejor de su repertorio para dejar su esencia dentro del primer día del festival. Las primeras chelas no se hicieron esperar y el baile de los cuerpos alegres dio sus primeros pasos, aún coordinados por la sobriedad.

Padrina y Río fueron los comandantes para que en el Escenario Tecate se prendieran motores, curiosos y amantes de la agrupación se amontonaron para cantar y despejar un poco la neblina que empieza a crear un ambiente ideal, ya que para los conocedores del festival “un verdadero Vive Latino es cuando llueve”.

En tanto, en el escenario Claro Música, Vetamadre sonó con toda madre. La energía de los cuerpos se empieza a difuendir y a expandir por todo el Foro Sol, la tarde es joven y las horas empiezan a caer como las mismas gotas que lanzan los dioses de la música mientras que aquí en la tierra los hombres bailan con las musas.