Por: Redacción

Túnel de Max feffer, Alexandre Orion

Tal parece que las convenciones han comenzado a quebrarse (igual que las reglas). En el arte el pacto entre el artista y la pintura se ha fraccionado: mientras para grabar algo era necesaria la pintura, esta nueva corriente necesita del polvo y un pañuelo.

La nueva técnica consiste de utilizar pañuelos (y en ocasiones agua) para borrar y formar un dibujo poco a poco. Los pioneros: el brasileño Alexandre Orion y el británico Paul Curtis, conocido como Moose.

La idea de plasmar su obra en el túnel de Max feffer, en Sao Paulo, surgió cuando una noche Alexandre tomo unos trapos para plasmar en la pared del túnel un conjunto de calaveras.

Un policía, con intensión de sancionarlo, fue sorprendido por el artista cuando le mencionó que su creación no había necesitado de pintura, y no se trataba de un delito pues no utilizó algo que maltratara la estructura o contaminara el medio ambiente.

Esta nueva técnica es reconocida como un arte urbano ecológico. Alexandre es reconocido mundialmente por su original forma de combinar la pintura con la fotografía. Sus trabajos han sido exhibidos en las principales galerías de Sao Paulo, Nueva York y París.

Moose, el otro pionero de este arte, utilizó 40 metros de  la pared de un túnel de Broadway de San Francisco, en ella grabó varios árboles y flores. No utilizó pañuelos, sino plantillas de cartón.