Por: Alberto Barajas

Hoy se estrena en salas «UN GALLO CON MUCHOS HUEVOS», cinta con la cual ce cierra la saga de los huevos de Huevocartoon, misma que ha dado grandes dividendos a esta casa productora formada por los hermanos Rivapalacio.

La historia gira entorno a Toto, quien ahora ya es todo un gallo y para hacerse cargo del granero deberá de cacaraquear como nadie, pero eso no será tarea fácil, ya que al mismo tiempo tendrá que lidirar con el problema de que el rancho donde creció, pronto lo embargarán. Para ello, él junto con sus amigos huevos, deberán de embarcarse en una aventura donde habrá de todo.

La película sigue conservando el humor de las 2 entregas anteriores, además de que se suman nuevos personajes. Sin embargo al inicio pareciera que la historia no va a ningun lado, esto no es hasta a la mitad cuando empieza a tomar un cause, del cual se logra mantener hasta el final.

Apesar de ello los chistes están ya por demás muy quemados y el uso del «doble sentido» es completamente descarado y por momentos llega a caer en lo vulgar, contemplando de que la película la llegan a poner como para toda la familia.

La musica y la animación llegan a ser grandes aciertos en medio de este panorama poco visible, pero una vez más Huevocartoon se aventuró a realizar la película en 3D, algo que en toda la película no se logra ver (aún con los lentes puestos), pero es una gran animación que llega a estar por encima del estandar de cintas producidas por Ánima Estudios.

El elenco es por muchos conocido, ya que está encabezado por Bruno Bichir, Carlos Espejel y Angelica Vale, de ahí se suman Sergio Sendel, a quien lo vimos hacer voz de Diego en «La Era de Hielo», Omar Chaparro y ahora la inclusión de Humberto Vélez, el cual prestó su voz durante varios años para darle vida a Homero Simpson, Ninel Conde y muchos más.

Creemos que el film es para un público de nicho, mismo que se ha enganchado desde la primera, pero también si eres de aquellos que no haz visto ninguna de las anteriores, igual y podrás pasar un rato riéndote, aunque los chistes tiendan a hacerse repetitivos y con el paso de la cinta te puedan llegar a cansar.