Por: José M. Viniegra

Andrés Barradas presenta en conferencia de prensa su nuevo libro: Cuatro Sexenios y un Cine Dorado. En el marco del 18° Festival Internacional de Cine de Guanajuato da una conferencia de prensa en la que habla de sus motivos. Le acompaña y entrevista: Ernesto Herrera, Director de la Fundación “Expresión en Corto”.

Nuevamente, Mayorazgo de la Canal alberga la conferencia sobre cinematografía; esta ocasión ha sido por parte del Director de la carrera de Comunicación en el Tecnológico de Monterrey: Andrés Barradas. Estudiado en la Universidad de Barcelona, España, Barradas Gurruchaga ha participado con cortometrajes como “Muerta por Dentro”, “Despierta” y “Diáspora” y en el Short Film Corner. Éste es su primer libro, lanzado con entusiasmo y obedeciendo a un consejo que le fue dado por una mujer que conoció en su vida.

Acerca de su libro, Cuatro Sexenios y un Cine Dorado, Andrés nos cuenta que ama el cine, que siempre le ha apasionado y que fue una chica quien le impulsó a no dejar pasar la oportunidad de escribir sobre su pasión. Así surge la idea y decide abordar el tema del cine mexicano desde su periodo de Época Dorada y, a la vez, desde un ángulo diferente: si bien, como explica, solemos conocer el cine mexicano y el del mundo por su impacto en el espectador (o sea, el resultado), decide abordarlo en esta ocasión desde un contexto político; desde el impacto que la política de cuatro sexenios, que van desde Lázaro Cárdenas hasta Adolfo Ruiz Cortines, tiene sobre la industria del cine en México. Explica a la gente: “si no te gusta la política, cámbiate de mundo”, aludiendo a la importancia que él encuentra en conocer de ésta tanto como de otros temas, que quizá nos importen o atañan más; menciona que el impacto de la política es un impacto social y que como tal lo resiente el arte también; en este caso, la cinematografía.

Previo a su libro había hecho una especie de tesis sobre la película “Allá en el Rancho Grande”, donde el caporal es un tipo rubio de buen ver estético. Esto parece ser un paradigma del mexicano que la gente espera ver en la pantalla; sin embargo indica que el cine también cambia la manera en que percibimos nuestro entorno y nos modifica. Dice Andrés: “No hay mal cine, hay malos espectadores; no hay malos libros, hay malos lectores”.

Personalmente me habría gustado ver en su libro vertida tanta información y conocimiento que demuestra dominar, no sólo en el cine sino en la política. Pero, como mencionó, pretende dar al público un material sencillo y fácil de discernir que muestre grosso modo los aspectos más representativos de cuatro sexenios y la influencia que tuvieron en el cine. No obstante, a prensa nos habla más allá: cómo influye la Segunda Guerra Mundial en la transformación del Nitrato de Celulosa al celuloide; habla del kinematógrafo y de la patente que Edison mantiene en Estados Unidos, manteniendo el proyector al margen, siendo éste uno de los detonantes para que México fuera visto como uno de los pioneros de América para proyecciones cinematográficas y con ello para un auge en la producción de cine. Como un primer atisbo, empero, será genial que leas este libro que se ha presentado en el GIFF 2015, en la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato.