Por: Eli “La Panterita” Herrera

Cada vez en el mundo y particularmente en nuestro país, es mayor la desigualdad económica, social y de todo, muchos Méxicos inundados de pobreza, inseguridad, corrupción, analfabetismo, violencia hasta el tope; y unos cuantos poseedores de casi todo el territorio y sus recursos. Una de las regiones en donde este contraste llega a la grosería es el Estado de México, en específico el municipio de Atlacomulco, teñido de tricolor y generador del derrame de mucha sangre. Una etnia que resiste con mucho dolor estas circunstancias son los Mazahuas.

No hay certeza respecto al origen de la palabra mazahua. Se dice que proviene del nombre del primer jefe de este pueblo que se llamó Mazatlí-Tecutli; hay quien piensa que se deriva del náhuatl mázatl «venado», o bien de Mazahuacán «donde hay venado» que es el nombre del lugar de origen de este pueblo. Los Mazahuas son una de las etnias que más migran a la Ciudad de México, desafortunadamente se les reconoce fácilmente cuando por las calles ves algunas mujeres vendiendo frutas o artesanías, muchas de ellas en el servicio doméstico y a los hombres se les puede observar trabajando como albañiles, plomeros o veladores.

La lengua mazahua se ubica en el grupo lingüístico otomangue de donde se deriva el tronco otopame, al que pertenece la familia otomí-mazahua. La religión de este pueblo es una combinación de elementos católicos y prehispánicos, son el pueblo indígena más numeroso del estado de México y Michoacán, de acuerdo con el censo del 2000 hablan el mazahua poco más de cien mil personas. En el D.F. se les conoce a las mujeres Mazahuas despectivamente como “Las Marías”, de ahí que la recién fallecida actriz María Elena Velasco realizara su personaje de “la India María” con las características visuales de estas mujeres.

Y ¿por qué hablar de los Mazahuas? Porque han resistido el embate de la “coloni-civilización” como muchos otros pueblos, pero a ellos los tenemos muy cerca, los vemos a diario, es preciso conocerlos para evitar discriminarlos. El pueblo Mazahua ha conservado sus expresiones culturales mediante la lengua, la tradición oral, la música, la danza y las artesanías; su forma de vestir, su visión del mundo y sus prácticas rituales y religiosas, las cuales han sido transmitidas de una generación a otra.

Es urgente conocernos y sensibilizarnos al hecho de que todos somos todo, la realidad es que migran porque, o son despojados de sus pertenencias (tierras, cosechas, casas) o son acosados para que abandonen sus pueblos natales. Y ahí al lado de los Mazahuas están los máximos criminales de nuestro país, chequen la cronología de presidentes municipales y abundan los Monroy, los Cruz, los Peña, los Montiel, los Nieto, los del Mazo, por mencionar sólo algunos. Los Mazahuas luchan a nuestro lado, aprendiendo, trabajando; y así, de la mano de las resistencias étnicas y subterráneas saldré al jardín y aullaré con la Luna.