Por: José M. Viniegra
Protagonizada por la consagrada actriz Helen Mirren y el actor Ryan Reynolds, éste 2 de julio Diamond Films estrenará La Dama de Oro, una entretenida manera de entender el holocausto en tiempos modernos; como es de esperarse, a través de la experiencia de alguno de sus personajes.
En esta ocasión la historia gira en torno a María Altmann, una mujer que a la par de muchos judíos que pasaron por las garras de una dictadura como la de Hitler, y que fueron invadidos de la noche a la mañana en sus hogares; algunos sacados a la calle, golpeados y trasladados, y otros, los de mejor suerte, simplemente despojados de sus pertenencias.
No tratamos de simpatizar, sólo de sentir empatía con los judíos, que son humanos como cualquiera de nosotros: en el filme son arrebatados de lo que han ganado libremente en la vida. Claro está, el sistema Alemán no estuvo de acuerdo en un punto de la historia con que ellos dejasen de prestar atención a las fronteras y a los rigorosos mecanismos de control llamados leyes administrativas y económicas (importando más la fachada que las intenciones, para ellos). Se les vio como evasores de los impuestos, como desleales a Alemania e intrusos del mundo (cuestiones, entre otras, de poder).
En la película, la familia de María Altmann, como otros judíos, es arrebatada de sus posesiones más representativas: su padre, de un amado chelo; ella, de un collar que habría de recibir de su tía cuando se casó; el resto de la familia, de todos los cuadros de arte y cosas de valor. Entre todas éstas, va el afamado cuadro de un pintor de la época, mismo en el que la tía de María queda retratada de manera diestramente bella -incluido papel de oro para su elaboración; es en verdad una pieza de arte hermosa y valiosa que está en poder de Viena. La misión, al lado de su abogado, es recuperar dicha pieza que está valuada en millones y que pese a la apertura de Viena por mejorar sus relaciones con el extranjero y de devolver mucho del arte mal tomado en el holocausto a sus dueños legítimos, representará todo un reto. No es tan fácil dejar ir una obra principal de sus museos “así como así”; aún hay odio hacia los judíos, de manera subrepticia. Todo en conjunto, imposibilitará su experiencia.
Tienen que ver este filme que por nada raya en lo sentimental:
“Es una historia fascinante, bellamente fotografiada y engrandecida por una brillante actuación de la invaluable Helen Mirren” Chicago Sun Times.
“El Retrato de la señora Mirren de María Altman, a veces temible y difícil de engañar, logra ser único… su actuación, sin derramar una sola lágrima, es de los más impresionante ya que el papel pudo fácilmente caer en un personaje sentimentalista” The New York Times.
Estará en salas de los cines de la capital y el resto del país, a partir del 2 de julio del presente año en diversos horarios y salas.
