Por: Claudia Ramírez/Fotografías: José Jorge Carreón(Ocesa)
El regreso de Vicentico a nuestro país estuvo llenó de baile y melancolía. Los seguidores del cantante se dieron cita en el Auditorio Nacional para compartir con él su primera presentación en el recinto como solista y disfrutar de las canciones de su nuevo material discográfico: “Ultimo acto”.
Con los asistentes desesperados que aclamaban por Vicentico y con un retraso de doce minutos, el también vocalista de los Fabulosos Cadillacs apareció para principiar con Ya no te quiero lo que arrancó múltiples gritos de felicidad de un público extasiado de felicidad por ver a su ídolo de en escena.
Después de entonar al unísono con el público las canciones Viento, Si me dejan y Un diamante, Vicentico tomó su guitarra para tocar a lado de los músicos que lo acompañaban La carta, El rey del rock & roll. Entre la locura ocasionada por cada una de las estrofas cantadas comenzó la música de No te apartes de mí, canción romántica y de las más coreadas y que agradecieron los fans de pie con gritos de júbilo, mientras que en otros aprovechaban para abrazar a la dama o al caballero con el que iban acompañados. 
Con ya el ánimo por los cielos gracias a la entrada triunfante con la que comenzó, Vicentico se tomó unos momentos para hacer reverencias y dedicarle unas palabras a los presentes, cortas pero llenas de agradecimiento: “Buenas noches ¿Cómo están? Esta es una noche importante y única, es nuestra y personal, así que agradecemos muchísimo que hayan venido”.
La primera sorpresa de la noche y la más emotiva se dio con Siguiendo la luna la cual se escuchó en completa armonía con la guitarra de Vicentico que junto con sus rasgueos nos hacía enamorarnos más de este clásico, mientras que todas luces se apagaron y los asistentes prendían pequeñas luces desde sus asientos, imitando a las luciérnagas que con su brillo alumbran la obscuridad de la noche.
Otras de las esperadas y que también es un clásico de Vicentico bien conocido por seguidores y extraños retumbó en las paredes del Auditorio, Algo contigo, canción que nos transporto a un ambiente sumamente romántico que reforzado por luces de color rojo, el color del amor.
Después de ponernos melosos, llegaba el momento del baile para seguir disfrutando de este concierto, con un ritmo de salsa sonó Culpable acompañada de trompetas y saxofones, para pasar a una “Canción que exige un coro con gente” como lo expresará el músico, El árbol de la plaza. De pronto, las personas dejaron sus asientos para estar en las primeras filas y poder bailar a gusto al ritmo de El cantante, siguiendo Último acto, Esclavo de tu amor, Morir a tu lado y Sólo un momento.
Aproximadamente a las 10:05 pm, Vicentico se despide con movimientos de mano y sale del escenario con sus músicos. 
Cuando creímos que todo había terminado volvieron entre gritos de ¡Otra, otra, otra! Acompañados de gritos ensordecedores vuelven los músicos con un “gracias” para entonar lo que sería el bloque final de este encuentro, Las estrellas, Solo otra vez, Creo que me enamoré, Basta, Tiburón.
¡Vicentico, Vicentico, Vicentico! Gritaban los presentes consientes que la noche estaba por terminar, concluyendo su presentación con Los Caminos de la vida y la joya tan apreciada Vasos Vacíos.