Por: Alison Fernández.

El espectáculo se presentará hasta el 21 de Diciembre en el Teatro 1 del Centro Cultural.

Los clásicos siempre han sido sinónimo de garantía, es por eso que ahora en la industria del entretenimiento es lo que se está haciendo para asegurar el éxito: volver a los clásicos y agregarles un toque de actualidad, eso sin perder la esencia del proyecto.

Se acerca Navidad y uno de los clásicos más grandes de la época es El Cascanueces, el cual en este año cumple 122 años desde su primera función en 1892 en San Petersburgo. La obra narra la historia de la pequeña Clara, quien recibe como regalo un Cascanueces que mágicamente cobra vida y, tras derrotar al Rey Ratón y a su ejército, la lleva al reino de las nieves y al país de azúcar, donde conoce extraordinarios personajes.

En escena, teniendo como escenografía principal un gran árbol de navidad, The Crown of Russian Ballet transmite al público la historia a partir únicamente de su expresión corporal, ya que no se menciona ni una sola palabra a lo largo de toda la obra. En el primer acto, la batalla entre el Rey de los ratones y el soldadito cobra vida, posteriormente el escenario se convierte en un bosque invernal en el que caen del techo copos de nieve. En el segundo acto, como parte de este ballet clásico, los bailarines ejecutan danzas de diversas partes del mundo como España, Francia y China, a través de una coreografía montada por Emelyanov.

En esta versión de la obra se agregó un pájaro de fuego, que aunque no es muy común en el ballet, se decidió incluir para darle un toque totalmente ruso, sin dejar de lado los temas más característicos como “el Lago de los cisnes”, “Giselle” y “El Cascanueces”.

Dicha puesta en escena se ha convertido en una de las más importantes, ya que siempre ha sido bien recibida por el público y esto se debe a varios factores importantes. Grandes y pequeños pueden asistir al show, ya que está adaptada para ser completamente familiar. Además de que, a pesar de ser una obra de talla internacional, los precios resultan muy accesibles. Otro secreto del éxito es la música de Tchaikovsky, que convierten al Cascanueces en un gran deleite no sólo visual, si no también auditivamente.

Es una obra muy técnica, y por ser un cuento navideño la interpretación tiene su complejidad, ya que, al ser una obra muda en su totalidad, todo tiene que ser exagerado y muy bien expresado por sus bailarines y actores, si no, es fácil que el público se aburra o no comprenda qué es lo que está sucediendo, en especial su público más joven.

En México no se tiene un gusto tan especial por el teatro, pero creo que todos deberían darse la oportunidad de presenciar espectáculos como este, y comprobar por qué razón han sido tan exitosos durante tanto tiempo, en el caso de El Cascanueces, por 122 años.