Por: José Viniegra.
En el Museo Panteón de San Fernando, el día de ayer, 23 de agosto, y con motivo del festival Macabro de la Ciudad de México se presentó la proyección del clásico de los 70´s, Blue Demon contra los Cerebros Infernales, y es que el festival abarcará cinematografía de culto y de terror no sólo internacional, sino nacional. Podremos ver en siguientes días filmes más recientes del cine mexicano.
Para quien no vio antes esta película en la que participa la figura legendaria de Blue Demon o para quien quiere traer a la mente buenos recuerdos, primero que nada debemos destacar el hecho de que por un período importante de la cinematografía nacional, las figuras de la lucha libre mexicana formaron parte del cine. Tal es el caso de Blue Demon, una de las míticas leyendas, que junto a otros más de la lista, como El Santo, Enmascarado de Plata o Tinieblas y Alushe, formaron por un tiempo el mejor entretenimiento que pudo tener la televisión nacional y el cine.
Esta vez, y en este filme, Blue Demon está tras la pista de unos científicos locos que intentan volver a los seres humanos simples máquinas obedientes, llevándoles primeramente a la muerte física y luego extirpando con sustancias y procedimientos infernales sus cerebros, para dejarlos totalmente vacíos. No sólo eso, sino que de ser atrapados los cuerpos, una sustancia extraña los reducirá a polvo y huesos. Estos son los “robots” perfectos, pero más bien son una semblanza de lo que hoy por hoy conocemos como zombies.
Con la ayuda del doctor Morales, que se infiltra en los laboratorios clandestinos, dan en contra del villano científico y en contra de Zirenaika, agente rusa que lo apoya en sus experimentos; pero estos no llevan por objeto hacer muertos vivientes, sino mantener vivos los mejores cerebros o aquellos que cuentan con conocimientos y secretos valiosos para extraer su información que será leída por intrincadas máquinas computarizadas, con un traductor de ondas en voz. De esta manera, el mejor plan para tener el conocimiento de los mejores científicos. Dejar los cuerpos sin vida como siervos involuntarios es solamente un plan aledaño.
La intervención del “Demonio Azul” a tiempo, salva la vida del Dr. Morales y acaba con los planes y las vidas de los involucrados. En un acto desesperado, crea una explosión química para acabar con todo el laboratorio y con todos y los que en él se encontraban, incluyendo los cerebros. Al final, Blue Demon aclara que sin importar que se perdieran esas vidas y esos cerebros, los registros del conocimiento prevalecen por siempre en los registros escritos.