Por: José Viniegra.
El domingo 11 de agosto develó placa la obra Cada Vez Nos Despedimos Mejor, de la cual hemos hablado en semanas anteriores. (https://elalebrije.net/2014/07/01/cada-vez-nos-despedimos-mejor-arbitrarios-humanos-en-el-amor-y-en-la-patria/); esto por sus 150 representaciones. La develación de placa fue en el Teatro López Tarso del Centro Cultural San Angel.
Esta vez nos ha sorprendido con una grata sorpresa: Los “Topos”, aquellos héroes de carne y hueso que se adjudicaron un deber casi sobrehumano y totalmente altruista durante los rescates del 85, ayudando a las personas que quedaron atrapadas en los escombros después del terremoto, ya que fueron un parte-aguas y una fuerza motivadora en esos momentos. A su vez, nos acompañó “Superbarrio”, personaje ficticio emblemático y político, leyendo un texo sobre aquel evento de la historia de esta ciudad. Recordemos que este personaje adquiere relevancia por la defensa de los derechos a la vivienda de los damnificados de la tragedia de septiembre del 85.
En la obra actúa Diego Luna como único actor en un divertido monólogo cuya musicalización se da en vivo de modo “extra-escénico”. Retomando aquella presentación que vimos, podemos garantizarle al público risas así como momentos de reflexión, porque de un modo u otro somos o conocemos a un Mateo que vive en esta ciudad.
Narra Mateo (Diego) su perspectiva de aquello que él considera que lo hará feliz: el amor de su vida; pero imposibilitado emocional y voluntariosamente para hacerle frente a la vida con sus retos, no pasará más allá de donde su padre. Nos cuenta su perspectiva un tanto desdibujada de la realidad que pasa el país en su política y en sus distintas etapas que se dan en aquellas generaciones de los 80´s, sólo que él… el lo vive de una manera un tanto heterodoxa, mas no menos interesante.