A grandes rasgos, es la idea central del libro El Diamante de Jerusalén del escritor estadounidense Noah Gordon. Sin embargo, en mi obsesión por saber más sobre la historia de los judíos, este libro ofrece una visión histórica sobre su peregrinación en diferentes épocas históricas y vuelve a recalcar un rasgo que llamó mi atención en la publicación anterior: los judíos son una raza que siempre ha sido perseguida.

La pregunta sigue siendo: ¿Por qué?

Ahora bien, aparte de recomendarles el libro anterior, me gustaría hablar sobre el conflicto actual en Gaza. Hace unos días, una semana aproximadamente, comencé a leer los periódicos. Lo que comenzó con el secuestro y muerte de tres adolescentes israelíes, ha terminado en un conflicto político-religioso que no había sido tan intenso desde el 2007.

Al consultar diversas fuentes hay las dos versiones, quienes apoyan a los israelíes y quienes apoyan a los palestinos. Quienes dicen que Israel está apoyado por Estados Unidos y quienes dicen que los palestinos están solos.

Me gustaría que hiciéramos un ejercicio complejo: imaginemos a dos niños pequeños que se pelean a golpes porque un juguete. Cuando la madre llega y los encuentra peleando por un juguete que desconoce su origen, es decir, quien se lo regaló a sus dos hijos y peor aún, ¿a cuál de los dos? Entonces, ¿a quién debe dar la razón? ¿A quién debe de castigar? Cuando ambos niños tienen una parte de verdad y una parte de mentira; y la madre es ajena a todo el conflicto.

Creo, sinceramente que es necio tomar partido de uno u otro lado. Ambos tienen un grupo terrorista como defensa y claro, a la mínima provocación, ambos están dispuestos a responder. Alguien me decía: «pero es injusto que hagan justicia con su propia mano». Claro, ajenos a su historia, su contexto y su visión, como occidentales vemos un conflicto por demás escalofriante y terrorífico.

Para ellos, es la manera de solucionar sus problemas. Israel es un lugar dónde ha reinado la cultura, la religión y la política; pero también la guerra y la sangre. Si leen con atención los periódicos, ambas partes declaran dos cosas: están acostumbrados a la violencia y los enfrentamientos; y están orgullosos de sus grupos terroristas.

Finalmente, me gustaría compartir con ustedes un video sencillo e irónico que ilustra perfectamente la complejidad del conflicto que hoy leemos en los periódicos y que se remonta a la era primitiva. Espero que aparte de esclarecer dudas, ayude a no tomar partido porque finalmente la tierra siempre ha sido de la muerte.