Fangoria celebró 36 años de trayectoria en el Palacio de los Deportes

Por: Luis Manuel Luna

Fotografías: Lulú Urdapilleta / OCESA

El 28 de noviembre de 2025, la Ciudad de México se convirtió en epicentro de una explosión pop-electrónica con la llegada de Fangoria al escenario del Palacio de los Deportes, como parte de su gira Del Tingo al Tango. No fue una fecha cualquiera: el dúo español celebró 36 años de trayectoria, cerrando con broche de oro su tour internacional ante un recinto entregado.

La noche comenzó desde temprano y dejó claro que no se trataba solo de un concierto, sino de una celebración colectiva. Antes de que Alaska y Nacho Canut tomaran el escenario, una serie de actos invitados se encargaron de calentar motores y marcar el tono festivo de la velada.

Invitados que encendieron la noche

Entre los encargados de abrir el evento destacaron María Daniela y su Sonido Lasser, Zemmoa y Luisa Almaguer, quienes aportaron una combinación de energía pop-electrónica, baile y estilo que anticipó lo que vendría.


El show arrancó alrededor de las 18:00 horas y se extendió por varias horas, sumando los actos de apertura y el set completo de Fangoria. Con este ensamble diverso, la noche del viernes se convirtió en algo más que un concierto: fue un espacio de comunidad, diversidad y celebración.

Fotografías: Lulú Urdapilleta / OCESA
Fotografías: Lulú Urdapilleta / OCESA

Fangoria en el escenario: hits, nostalgia y espectáculo visual

Cuando finalmente apareció Fangoria, la energía se transformó por completo. Luces, colores, escenografía y la respuesta inmediata del público dieron paso a una auténtica fiesta bajo el techo del domo de cobre.
La banda ofreció un recorrido por sus grandes éxitos: Ni tú ni nadie, Dramas y comedias, La chica perfecta, Espectacular, así como himnos generacionales como A quién le importa y No sé qué me das, que resonaron con fuerza entre los asistentes.

El concierto no se quedó en la nostalgia. Fangoria supo equilibrar pasado y presente, fusionando su electro-pop clásico con una puesta en escena moderna, visualmente cuidada y cargada de energía. Producción audiovisual, diseño escénico, coreografías y momentos de teatralidad convirtieron el show en una experiencia sensorial completa, donde bailar y cantar era inevitable.

Fotografías: Lulú Urdapilleta / OCESA
Fotografías: Lulú Urdapilleta / OCESA

Nostalgia, celebración y comunidad

Para muchos asistentes, la noche tuvo múltiples significados. Fue la oportunidad de reencontrarse con canciones que han acompañado distintas etapas de vida, pero también un espacio de expresión e identidad. La presencia de los invitados especiales reforzó el carácter inclusivo, libre y festivo del concierto.

Para Fangoria —y especialmente para Alaska—, cada visita a México es un gesto de agradecimiento y conexión con su público. Este cierre de gira fue presentado como un momento simbólico: una celebración de la trayectoria, de la música y de la comunidad que los ha acompañado durante más de tres décadas.

Así, el 28 de noviembre quedó marcado como un recordatorio de por qué la música une, emociona y transforma. Una noche para bailar, cantar y sentirse parte de algo más grande.

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