Con marionetas, escenarios artesanales y una imaginación desbordante, Soy Frankelda irrumpe en la pantalla grande como la primera película mexicana en técnica stop-motion y uno de los proyectos más comentados del año. Dirigida por Roy y Arturo Ambriz, la cinta no solo es un triunfo creativo, también es un orgullo cultural que ya ha dejado huella fuera de México.

En su recorrido internacional, Soy Frankelda abrió el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), algo inédito para una animación mexicana; entró a la Selección Oficial de Annecy, el festival de animación más importante del mundo; y en Montreal se llevó una Mención Especial del Jurado en el Premio Satoshi Kon, reconocimiento que premia las propuestas más audaces del género.
Ahora, tras conquistar festivales, la película se prepara para su estreno comercial el 23 de octubre en salas de México bajo Cinépolis Distribución. Pero eso no es todo: también tendrá una exposición histórica en la Cineteca Nacional México, la primera dedicada a una producción nacional en stop–motion.
La muestra abrirá en octubre en La Galería de Cineteca Nacional (Av. México-Coyoacán 398, Col. Xoco) y ocupará más de 850 m² con marionetas originales, escenarios, arte conceptual y piezas clave de la producción. Una experiencia para entrar en el universo de Frankelda y descubrir la magia artesanal que lo hizo posible. Incluso Guillermo del Toro lo reconoció con fuerza: “Frankelda abre una puerta al futuro del stop motion en México… Hay que creer para ver.”
Soy Frankelda no solo abre camino para nuevas generaciones de animadores, también celebra el poder de la imaginación mexicana en los escenarios más exigentes del mundo.