Spiritbox sigue rompiendo barreras en el metal moderno con el lanzamiento de su esperado segundo álbum, Tsunami Sea. La banda canadiense entrega una obra que no solo solidifica su estatus en la escena, sino que también redefine lo que el heavy metal progresivo puede llegar a ser.
Aprovechando el impulso de su debut Eternal Blue, este nuevo material se siente como un paso adelante en su evolución: un equilibrio perfecto entre brutalidad y belleza, riffs demoledores y melodías envolventes. Es un viaje sonoro donde la potencia de la banda se mezcla con una producción impecable, ofreciendo una experiencia tan feroz como hipnótica.
Un adelanto que encendió la escena
Antes del lanzamiento del álbum, Spiritbox dejó claro que venía con todo al liberar tres sencillos demoledores. Soft Spine irrumpió con una intensidad implacable, marcando el tono para lo que estaba por venir. Luego, Perfect Soul mostró su lado más melódico, convirtiéndose en un éxito en las listas de radio y escalando posiciones en Billboard. Finalmente, No Loss, No Love rompió esquemas con una fusión de riffs pesados y texturas experimentales. Juntos, estos temas ya superan los 31 millones de reproducciones, dejando en claro que la banda está en su mejor momento.
Reconocimientos y una gira monumental
El ascenso de Spiritbox parece no tener freno. En 2024, la banda fue galardonada como Mejor Artista Internacional en los Heavy Music Awards, y este año sumaron una nominación al Grammy en la categoría de Mejor Interpretación de Metal. Además, los premios JUNO 2025 los tienen en la mira con dos nominaciones: Grupo del Año y Álbum de Metal/Música Dura del Año.
Para llevar Tsunami Sea al escenario, Spiritbox ha planeado su gira más ambiciosa hasta la fecha. La etapa europea arrancó con un sold out en el Alexandra Palace de Londres, ante 10,000 fans. Ahora, la banda se prepara para conquistar Norteamérica a partir del 3 de abril, con el respaldo de Loathe, Dying Wish y GEL. Y como si fuera poco, este verano compartirán escenario con Linkin Park en estadios de Europa, incluyendo un Wembley abarrotado con 90,000 asistentes.
El ascenso imparable de Spiritbox
Lo que comenzó en 2017 en Victoria, Canadá, como el proyecto de Courtney LaPlante y Mike Stringer, ha crecido hasta convertirse en uno de los nombres más relevantes del metal contemporáneo. Desde el impacto viral de Holy Roller en 2020 hasta su presente dominando festivales y listas de éxitos, Spiritbox no ha hecho más que subir. Y con Tsunami Sea, su reinado en la escena pesada parece estar lejos de terminar.