Texto y fotografía: Yasmín Rivera.

Este 5 de julio, La Maraka se convirtió en el epicentro del rock mexicano con un espectáculo protagonizado por Kerigma y Ritmo Peligroso. La noche comenzó alrededor de las 10, con un público entregado y listo para la descarga de energía rockera.

Kerigma fue la primera banda en tomar el escenario, ofreciendo un set cargado de nostalgia y energía. El público vibró con cada acorde, especialmente cuando interpretaron Tres lunares, un himno no solo para la banda, sino para el rock mexicano en general. La presencia de Jesús de Umbrales como invitado especial añadió un toque único a la velada.

Después de una sólida presentación, Ritmo Peligroso tomó el relevo, llevando la energía a otro nivel. Con un repertorio que hizo bailar a todos los presentes, la banda consolidó su lugar en el corazón de los fanáticos del rock. Un momento destacado fue cuando la icónica Cecilia Toussaint se unió a ellos en el escenario para interpretar Dejen a los niños en paz, elevando la atmósfera del lugar.

El cierre de la noche fue épico: Kerigma, Cecilia Toussaint, Alfonso André y Bon se unieron a Ritmo Peligroso para una poderosa interpretación de La guerra acaba. Fue un final apoteósico para una noche que reafirmó la vitalidad y el legado del rock mexicano.