Bunbury de vuelta a casa en los escenarios mexicanos

Por: Diana Angélica Camacho.

Fotografías: Jose Girl.

La noche del sábado 8 de junio de 2024 y en el Autódromo Hermanos Rodríguez, se marcó el regreso de Enrique Bunbury a los escenarios en México. La espera de poco más de un año, desde que se anunció el show, llegaba a su culminación. Los seguidores, que agotaron las entradas meses antes, no se dejaron intimidar por la lluvia ni el caos previo y acudieron con mucha emoción a la ceremonia. Escribieron un nuevo capítulo en su inquebrantable relación con Bunbury.

Fotografía: Jose Girl.

Para alguien que ha seguido la trayectoria del artista y que puede considerarse su seguidor, es siempre un reto escribir sin apasionarse de más tanto para enaltecer aciertos como desaciertos, sin embargo en este texto intentaremos plasmar con claridad y buscaremos un poco de objetividad para hablar de Enrique Bunbury.

Minutos después de las 9 de la noche, la magia comenzaba con la salida de Los Santos Inocentes al escenario y a mitad del intro de Los términos de mi rendición, apareció Enrique Bunbury, saludando y luciendo su traje negro con un león, la frase rock n’ roll y su nombre bordados en la espalda de su saco.

El viaje musical comenzaba con Nuestros mundos no obedecen a tus mapas. Desde ese momento, toda la añoranza e incertidumbre acumuladas durante dos años, cuando se pensaba que no volverían a verlo sobre el escenario, se desvanecían.

No saben lo agradecido que estoy a que hoy pueda estar con todos ustedes interpretando canciones del pasado y del presente y que se esté abriendo una nueva puerta a la esperanza, una nueva puerta para hacer algunos conciertos más, quién sabe, no nos volvamos locos, hoy tenemos uno, vamos a vivir el presente, vamos a disfrutar el presente, esto es lo que tenemos hoy”. Externó Enrique Bunbury.

Continuaba el tema Despierta, del disco Palo Santo de 2013 y una emoción colectiva resonó en el lugar.

Después, siguieron otros temas, como El Rescate, un favorito de muchos que hizo a todos cantar y sacar sus celulares. Luego, Bunbury interpretó Cualquiera en su sano juicio y Hombre de acción, del disco Posible de 2020, canciones que no tuvieron muchas oportunidades de ser interpretadas en vivo debido a que el disco se lanzó durante la pandemia y luego, ocurrieron los eventos subsiguientes pero pudieron ser presentadas en esta ocasión especial.

El escenario, que constaba de tres pantallas, dos a los lados y una al centro, ofrecían un espectáculo visual. Un juego de luces descendía y ascendía, imitando el movimiento de OVNIS. Por supuesto, no hubo humo, ya que se evitó para preservar la salud de Enrique. Las pantallas proyectaban visuales sincronizados a la temática de las canciones.

De su más reciente disco interpretó las canciones Invulnerables, Alaska y Desaparecer, este último un tema muy personal que narra su experiencia a lo Greta Garbo de abandonar la vida artística.

Allí estaba Bunbury, ante los ojos de los espectadores que abarrotaron el recinto, entregados por completo a la experiencia de verlo a él. Disfrutaban y cantaban las clásicas canciones que evocaron con nostalgia años de juventud, como El extranjero, Apuesta por el rock and roll, Si, Lady blue e Infinito, junto con éxitos de su etapa con Héroes del Silencio como Entre dos tierras y Maldito duende.

Quizás Bunbury enfrentó algunas dificultades para alcanzar los tonos de sus canciones habituales, resultado de su retirada anterior debido a problemas de salud. Los coros de Álvaro Suite y Erin Memento, quienes lo apoyaron en todo momento le fueron vitales (aunque la voz femenina sobresalía en volumen a ratos). Y a pesar de los desafíos físicos, se entregó completamente en el escenario y demostró su determinación y esfuerzo por sacar adelante el espectáculo y lo logró, su público agradeció y disfrutó profundamente el esfuerzo de Bunbury.

Siguió De todo el mundo, una canción emotiva en música y letra, que muchos pueden sentir como propia. Aunque originalmente escrita para Raphael, parece encajar perfectamente con la experiencia de Bunbury, como si la hubiera compuesto para sí mismo. Continuó con Parecemos tontos, una canción que bien podría convertirse en un himno.

Un consejo para navegantes: apuesten por el rock and roll”. Bunbury.

Aunque siempre hay discusiones sobre las canciones elegidas, algunos prefieren las más comerciales mientras que otros desean escuchar las menos conocidas o aquellas que nunca ha tocado en vivo. Sin embargo, el setlist logró equilibrar estas preferencias al ofrecer un recorrido por sus discos en solitario, complementado con un par de canciones de su ex banda Héroes del Silencio, con el objetivo de complacer al público.

Fotografía: Jose Girl.

Para cerrar el concierto, Bunbury interpretó La constante, una canción de amor al estilo Bunbury. Luego, para culminar de manera espectacular …Y al final, una elección perfecta para el cierre. Fuegos artificiales iluminaron el cielo, realzando la despedida de Enrique y su agradecimiento al público.

Más de 66 mil personas reunidas en el Autódromo, en una noche que resultó inolvidable, que fue el reencuentro perfecto del español con los mexicanos. El paso de dos años y las canciones de Bunbury convergieron para que el 8 de junio se creara un ambiente místico y que muchas emociones se movieran, como solo los grandes conciertos logran hacer.

Mientras la multitud comenzaba a abandonar el Autódromo, sonaba en las bocinas la canción Stand by me de Ben E. King interpretada por John Lennon, dándole el toque final perfecto y feliz al encuentro.

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