Por: Cristhian Chavero López

En la década de los noventa vi un programa sobre artes marciales, me causaba gran expectativa la declaración de un maestro en karate neoyorkino que afirmaba que podía evitar balas, cuando por fin llegó su entrevista su afirmación me sorprendió. Era algo así como “Claro que puedo evitar balas, mis alumnos me preguntan cómo es que puedo hacer eso, bueno, pues sencillamente no hago cosas que produzcan que alguien quiera darme un balazo”.

Yo esperaba una demostración de agilidad y destreza, una década antes de la película Matrix, lo que obtuve fue una declaración propia de alguien que no sólo domina una técnica marcial, sino que además logra un sentido de vida.

El pasado miércoles 2 de diciembre hubo un tiroteo en San Bernardino California, EUA, pronto se comenzó a barajar la idea de terroristas, hasta el día de hoy hay versiones no confirmadas con todo el peso de la logística de investigación norteamericana; pero el hecho de que la pareja perpetradora de los asesinatos fueran de origen sirio y pakistaní los hace sospechosos.

Syed Rizwan Farook, de 28 años, y Tashfeen Malik, de 27 ya no hablarán más porque están muertos, entre los 14 muertos hay una persona de origen sonorense, es un dolor para mucha gente que esto haya ocurrido. Luego de los atentados terroristas en Francia, no es una locura pensar que están vinculados, sobre todo si, según el FBI, ella, Tashfeen tuvo comunicación con elementos del Estado Islámico.

El caso es que hay muchos grupos en el mundo que están armados, no sólo ejércitos de naciones constituidas y reconocidas por otros países, así como sus cuerpos policiacos, sino guerrilleros, estados no reconocidos, narcotraficantes, compañías de seguridad, mercenarios y guardias blancas o contra guerrilleros.

Hay otra versión menos difundida, otra línea de investigación, que consiste en la frustración de la pareja, pero al haber poca información, pues no hay modo de opinar sobre ella. Hasta que la policía, ejército y otras instituciones den su versión oficial tendremos algo. Mientras tanto algunos medios de grupos musulmanes radicales, ya ven el tiroteo como algo bueno.

El presidente de EUA ya ha hecho algunas declaraciones, una es sobre la regulación de armas, otra sobre reforzar seguridad pero estar alerta y finalmente contempla la posibilidad de simpatizantes del Estado Islámico.

Esto hace mucho escándalo y hará un poco más, pero se deja del lado que hay otros grupos más mortíferos, como por ejemplo, Boko Haram, que lleva en 2014 la nada despreciable cantidad de 32 mil personas. https://actualidad.rt.com/actualidad/192588-boko-haram-grupo-terrorista-mas-mortifero-ei

O bien el cartel dirigido por el Chapo, que en su existencia lleva más de 100 mil. El panorama es escalofriante.

Ahora bien, ¿qué puede hacer uno para evitar balas? Pues efectivamente, no convivir con personas que viven de dispararles a otros, dimensionar un problema con otra persona de manera racional y no al calor de un ego herido.

El problema es que hay inocentes que no tenían que ver con esta lucha, no directamente. Lo que sí pueden hacer los civiles norteamericanos y creo que no están dispuestos a hacer es pedirle a su gobierno que cambie su política expansionista, que les trae muchos, demasiados enemigos, mismos que no les tocan por lo regular, pero que eventualmente sí.

Los que se benefician con las guerras, ya sea contra el narco o los extremistas, no están en la calle, no se exponen, descansan en sus fortalezas o en sus pent house, dicen a corredores de bolsa si vender o comprar, pero no asumen las consecuencias de sus negocios.

Esa es nuestra pesada realidad, no hacemos responsables a los que recogen ganancias, nosotros, sólo cosechamos miedos o muertos, mientras pensamos que las noticias son lejanas.