Air Supply, una plegaria para los corazones

Por: Luis Rodríguez/Fotografías: Rafael Aroche

El duo australiano, Air Supply, se presentó la noche de este martes en la Arena Ciudad de México a las 20:00 horas, en donde cientos de fanáticos cantaron temas clásicos como “Just as i am”, “Making love out of nothing at all”, “The one that you love” y “Lost love”.

AIR1Había una vez una vida que pintaba de color sepia las fotos, las familias se reunían frente al novedoso aparato receptor de video, los jóvenes pedían paz a cambio de un poco de amor, el cielo era tan azul como la esperanza de la libertad, la música se sentía y al momento de encender la caja musical el corazón bombeaba notas musicales: los bellos tiempos.

La leyenda de Air Supply ha recorrido el mundo por los últimos 40 años, con baladas y rock eterno como la vitalidad de sus integrantes: Graham Russell y Russell Hitchcock, además de sus músicos. A las 20:33 horas las luces se fueron y el tema “Sweet dreams” dio inicio al espectáculo.

Por el camino de las nubes, por aquel viejo sendero, una luz que brota del lago cristalino de los sueños, una fragancia proveniente de las gotas emanadas del llanto del cielo, un arcoíris de colores inexistentes provenientes de la memoria. Sonata de luna y guitarra de sol, coros de estrellas y armonía de la galaxia. Soliloquio frente al espejo.AIR4

Y luego de la emoción se condecoró al público con “Even the night are better”. Madres que llevaron a sus hijas o hijos se abrazaban y cantaban a la par, gente madura se expresaba corporalmente con euforia, y ¿por qué no? Este era su concierto, su vida, su historia, su momento.

“Mexico city. Buenas noches, ¿cómo estás? All you ready?” y con esas palabras inicio la canción “Just as i am”. Después siguieron los temas “Every woman in the world”, “Just when i thought i was over you”, «Love comes to me» y “Goodbay” cambiaron la relatividad del tiempo, teoría compleja, que se pule y se desintegra con el poder de la música.

Las emociones de una generación, sumadas a las de las nuevas generaciones, se fusionaron para que los cientos de asistentes al concierto que duró alrededor de dos horas, integró la humildad que ofrece la música. Años van, años vienen, pero las canciones siempre se tienen en el corazón.

AIR3“Gracias por venir esta noche, quiero dejarles una sonrisa en sus rostros. ¿Están listos para el romance?”, apresuró en decir Graham Russell antes de que sonará “All out of love”. Luego el mismo Graham interpreto en guitarra acústica “The son on the father”.

Como sí jamás se hubiera ido, una era que se volvió historia y que canta para el deleite de la concordia, Air Supply continuó con los temas “Two less lonely people In the World”, “The one that you love”, éste último fue un regalo para todos, un pedazo encarnecido de Air Supply.

La muestra fue cuando del escenario bajaron Graham Russell y Russell Hitchcock, para interactuar de forma breve, pero cálidamente, con los presentes quienes corrieron para tratar de saludarlos o tomarse una foto, una selfie o algo que pudiera recordar ese momento tan especial. Una sencillez de los músicos al dar una vuelta olímpica, romper el hielo y emocionar de forma cercana a sus fans.

Una plegaria para los corazones rotos, “Lost love”, llegó con ánimo en el cuerpo casi olvidado por los dioses, una fragancia a llanto cubrió la gala musical, los encendedores de antes fueron cambiados por luces led de los celulares, pero la esencia de lo clásico seguía en el ADN. Amor, amor y sólo amor, es lo que nuestros maestros del ayer nos dejan como enseñanza.AIR2

Dicen que lo clásico no pasa de moda, por eso Air Supply se queda como icono referencial de una era. “Making love out of nothing at all”, fue de los temas más coreados, aplaudidos y ovacionados de la íntima reunión. Y luego, para preparar el gran final sonaron “Desert sea sky” y “Chances”.

“Muchas gracias, viva México”, se escuchó decir al duo, Air Supply. Como regalo, Graham y Russell, al momento de que se despedían de su público, el tema “All you need is love”, original de The Beatles, se hizo escuchar de fondo musical, pero las voces de los músicos se unieron con la de las personas para recitar de forma armónica y casi de manera religiosa. Porque al final, el amor que recibes, es igual al amor que das.

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