Por: José M. Viniegra
Se estrena el performance, Flota, de Bárbara Foulkes. Un juego entre el sonido y el espacio al vacío se muestra por 40 minutos aproximados en el escenario. El público pudo experimentar diferentes sensaciones e interpretaciones del mundo del performance.
La siguiente es la información expresada para prensa del performance:
“La obra parte de una investigación en torno al espacio y a la caída, expone diferentes planos de una misma acción, construye la percepción de un nuevo espacio con la intención de dislocar la perspectiva del público, desperpectivizando la acción en sí misma. La columna vertebral de Flota es la investigación y la experimentación. De estructura dócil, transmuta y se adapta a las diferentes circunstancias espaciales con las que se encuentra, haciéndose así manifiesta la relación simbiótica entre forma y tema. Por lo tanto la pieza consiste en ser un proceso, no se trata de estar en proceso si no de serlo en sí, al darse a la transformación, partiendo de las condiciones en las que se monta en función de la situación y el entorno”.
Como tal, el montaje en escena es para mentes fuertes y perspicaces, deseosas de entrelazarse con realidades irreales de vez en cuando. Si bien siempre pasamos el tiempo esperando (y esperanzados en) que lo percibido por nuestros sentidos se ciernan calmadamente sobre el cotidiano colchón de la realidad, se requiere de una amplitud de criterio para confrontar los casi cuarenta minutos de vuelo en medio de la nada, a mitad del blanco de una pantalla en que se proyecta la sombra de este ser que se mantiene como un algo que flota en la nada, ayudado sólo por una cuerda en un montaje que se desarrolla entre el sonido
experimental cuyo símil más cercano podría ser la música concreta y el vació mismo. No hay fin, no hay principio; a no ser por el último espectador que se sienta en su butaca y el último que aplaude. No hay mensaje que sea obvio; pero detrás del sonido y el juego corpóreo en el aire, podría asegurar que alguien de acá y alguien de allá se sumergió en su propio inconsciente, evocando en sí mismo recuerdos, pensamientos, planteamientos, ideas, etc. Cada quien vio, en ese escenario, lo que logró ver.
Las únicas funciones fueron: viernes 25 de septiembre, 20:30 hrs. y sábado 26 de septiembre, 19:00 hrs. Estén atentos por futuras presentaciones y lleven la mente abierta y una disposición a evocar lo que venga.