Por: Cristhian Chavero López
De niño pelee varias veces, con mi hermano o mis primos, como casi todo el mundo; pero la primera vez que acordé con alguien resolver un problema a madrazos lo hice en primero de secundaria, perdí apabullantemente con un niño más bajito que yo, que intentaba agandallarme durante el primer mes porque no le respondía a sus insultos; para mi fortuna cuando se detuvo lo que más me dolía era el orgullo, a partir de esa tarde no me volvió a molestar jamás.
Todas las siguientes peleas en secundaria, resultaron a mi favor, a excepción de una más. Dejé de ser el niño tierno y locuaz, serio y taciturno de la primaria para convertirme en un adolescente desmadrozo, el que repartía los sapes, los cocos y los apodos, me junté con un par de amigos que sentían lo mismo que yo y amedrentábamos a grupos de chicos más numerosos que nosotros. Gané muchas veces, a varios, pero perdí la última vez, frente a un chavo al que yo había tenido asoleado durante dos años y que había tomado clases de box.
Como la primera vez en la 85, la última fue una derrota total para mí. Ahora que pienso en esto, concluyo que fue una fortuna que ese compañero, que ni la debía ni la temía, me hubiera puesto en mi lugar. Evitó que me sintiera más poderoso e imbatible, él era un muchacho tranquilo, delgado y más bajito que yo; a veces así sucede en las películas para niños y así debería de ser más frecuentemente en la vida real, pero no siempre es así.
Hay tardes en que ganan los más gandallas, los más tramposos, las más intrigosas, los que menos se esforzaron y más ignorantes son. El pasado miércoles el Partido Verde Ecologista de México libró la demanda de que se le quitara el registro, los encargados de decidirlo fueron las cabezas del Instituto Nacional Electoral, antes llamado IFE, al que se le cambió el nombre y nada más.
Su director, el protagonista del escándalo por burlarse de un indígena en una plática privada, el que decía muy ufano “yo gran jefe chichimeca” Lorenzo Córdova, le parece que hubo varias violaciones, pero no ha de ser tan grave, porque no se le quita el registro, porque la voluntad de los mexicanos que formaron al Partido Verde no deben ser violentada, además según él las sanciones ya se le aplicaron y va a pagar miles de multas, sólo que con nuestro dinero. Que castigotes pone el jefe chichimeca por violar la ley.
Cuando violas las reglas y no recibes castigo estás impune, cuando no hay manera de contenerte escalas la violación a la ley. Eso pasa con el Verde Ecologista, con los narcotraficantes de alto nivel, con sus sicarios de 16 años, con los policías, con los líderes de tianguistas y vagoneros, con los jueces que no dan explicaciones públicas de sus controversiales decisiones, con los gobernadores, delegados y presidentes, a los que les demuestran la corrupción y no se les pide la renuncia.
Las mineras están llenas de historias de impunidad, igual que las petroleras, las organizaciones públicas y privadas tienen mucho que confesar: igual Pemex que Shell, así el PRI que Televisa. Tal es el caso de Los Cardones, una minera en el estado de Baja California Sur, a 50 kilómetros de La Paz y 28 del pueblo mágico Todos Santos.
Zapal es la dueña del proyecto minero, a su vez Zapal es de Grupo Invecture, empresa vinculada con Ricardo Salinas Pliego(el de Tv Azteca, el que se robó el Canal 40 con un grupo armado). La minera se presenta como una empresa mexicana responsable, según consta en su página y dueña de los terrenos donde planea hacer una mina a cielo abierto.
El problema con la minera es que se critica su impacto ambiental sobre especies que únicamente se dan en esa parte del mundo, su impacto en la salud de los habitantes de las poblaciones aledañas, porque de ahí sacan el agua con que se bañan y beben, el hecho de que se utilicen arsénico y cianuro en la extracción de oro hace muy peligrosa la explotación de ese mineral.
La prensa insiste en llamar ambientalistas a quienes se manifiestan en contra de la minera, un negocio en el que se han invertido varios millones de dólares, pero esos manifestantes argumentan que son ciudadanos que únicamente no quieren vivir lo mismo que los habitantes del estado de Sonora, en donde los ríos están contaminados. La diferencia en la palabra es que si los ciudadanos no se manifiestan, sino unos ambientalistas, “radicales”, pues entonces como que no tienen tanta razón.
Mucha industria es negocio cuando no hay que pagar el impacto ambiental o social, por eso se es impune, nadie ha detenido a las mineras, no se ha logrado detener a varias empresas que no quieren decir si sus productos son transgénicos, la ley les obliga a decir cuánta sal, grasa o conservadores tienen la verduras, las harinas, los huevos, la leche, pero no si están hechos con transgénicos, ni tampoco qué plaguicidas se utilizan en el proceso de tales productos, cada que compramos Jumex o Bimbo estamos comprando a ciegas, les damos el beneficio de la duda, confiamos porque, además, no hay de otra.
¿Quién detendrá al Partido Verde? Que tiene el cinismo de decir algo así como «Nunca existió una estrategia por parte del Partido Verde para violentar la ley, efectivamente existieron algunas acciones que han sido sancionadas por esta autoridad, que han sido muchas ratificadas por el Tribunal Electoral, mismas multas y sanciones que el Partido Verde está cumpliendo, así como muchas que el Tribunal ha corregido y nos ha dado la razón», afirmó Carlos Puente, representante del Partido Verde.(Nota)
¿Cómo putas madres no existió una estrategia para violar la ley? Para hacer semejante estrategia de comunicación hay que planear mucho tiempo, para hacer empatar cada detalle, hay que contemplar la ley y permisos a cada momento. Me molesta el cinismo de estos chavitos del verde.
Me asquean las decisiones del INE y del gobierno de la Baja que estiran la ley, que desoyen a los ciudadanos, que cuidan el puesto y no a sus verdaderos jefes. Protegen a los que siempre van ganando.
En México no suele haber historias simpáticas con moralejas y risas, nos orillan a insistir más fuerte, en exigir a las instituciones detener al gandalla de la escuela, mientras menos lo hagan más desequilibran el poder y nos dejan contemplando la posibilidad de aprender box y detener a ese chavo que molesta a los demás sólo porque puede. Esa es mi pesada realidad, todavía no sé boxear ¿y tú? ¿Ya aprendiste boxeo?
Excelente y bien escrito!!
Me gustaMe gusta