Por: Eli “La Panterita” Herrera
El acoso escolar no es un fenómeno nuevo, aunque hasta hace pocos años no se le identificaba como un problema social. Hablar de acoso es adentrarnos en el mundo de las subjetividades, de la no justicia, de lo que no se quiere ver, de los supuestos y cuestionamientos más absurdos. Se llama acoso cuando se intimida, insulta, amenaza, provoca, ignora, excluye, atemoriza a alguien, incluso con golpes y se puede dar ya sea para ejercer presión, hacerse obedecer, fomentar la exclusión, obtener gratificaciones hasta de tipo sexual.
Actualmente pareciera que el acoso escolar (bullying) es un tema recurrente, podemos ver algunos reportajes en los medios de información y hasta en las pláticas del mercado o reuniones familiares; como casi siempre sucede con los temas de los que se desconoce, se opina mucho, se inventa, se exagera o minimiza, pero dichas conversaciones regularmente no pasan de suposiciones, y a pesar de que podemos encontrar muchos libros al respecto (unos más confiables que otros) o información en internet, aún nos falta sensibilizarnos y asumir la responsabilidad que tenemos en la promoción, refuerzo y complicidad que tenemos en todos los tipos de violencia incluyendo el acoso escolar.
De acuerdo con la Secretaría de Educación del Distrito Federal, en 2010 se recibieron 1300 quejas por acoso escolar; la Dirección General de Prevención del Delito de la PGR menciona que en 2009 se suicidaron 190 jóvenes por causa del acoso escolar; por su lado la Procuraduría General de Justicia del D.F. corrige y menciona que sólo fueron 34 los casos de suicidio relacionados directamente con el acoso; el Instituto Nacional de Evaluación menciona que 1 de cada 10 alumnos de educación básica, son o han sido víctimas de acoso en los centros escolares.
Como podemos observar los datos no coinciden, no hay suficiente investigación y la que hay no es del todo confiable, por lo que amigos de El Alebrije, los invito a que tomen en cuenta las siguientes propuestas, para que en la medida de nuestras posibilidades podamos, evitar, disminuir y prevenir el acoso escolar.
- No obliguen a sus hijos a saludar de beso a familiares, sobre todo cuando el menor ya manifestó el desagrado, no es que sea mal educado, es que tal vez no se siente cómodo saludando de esa manera.
- Eviten ridiculizar a los menores comparándolos con sus hermanos, primos o vecinos en deterioro de su dignidad, en la escuela la comparación entre alumnos también debe evitarse.
- No se burlen de los niños cuando no puedan realizar una actividad física o intelectual, ni promuevan que los demás lo hagan.
- De ninguna manera los golpes son una alternativa de solución de dificultades.
- No presionen a los niños a que tengan logros irreales.
- Fomentar el respeto y los valores con el ejemplo, no intenten enseñar lo que no lleven a cabo ya que es un doble mensaje y se confunde a los menores.

- En el acoso escolar a nivel básico tanto el acosador como la víctima son niños, hay que ayudarlos y protegerlos a ambos (con ayuda profesional).
Los padres principalmente y luego los maestros tenemos la responsabilidad de cuidar, apoyar y respetar a los niños y niñas de la mejor manera posible, tenemos que prepararnos, capacitarnos de buena voluntad para poder prevenir y solucionar los casos de acoso escolar. Y así con la sensibilidad de siempre cuidar y proteger a los niños y niñas, saldré al jardín y aullaré con la Luna.