Por: Eli “La Panterita” Herrera
¿Cuántas veces te has encontrado en la misma situación? Ya sea peleando con las personas que te rodean, en desacuerdo con todo, discutiendo por las mismas cosas y sin resolver los problemas, además sin poder tomar una decisión que te haga sentir bien sin pasar por encima de los demás. Pues a la mayoría de las personas nos sucede que cuando queremos pedir, proponer, incluso exigir algo, o terminamos gritando o mejor no decimos nada por el miedo a que no se nos tome en cuenta. Este tipo de comportamiento es polarizado, porque nos colocamos en los extremos ya sea en la agresividad o en la pasividad, situaciones que regularmente nos incomodan, nos hacen sentir muy mal, nos entristecen, además de que no resolvemos ni tomamos decisiones adecuadas.
Una herramienta para mejorar las relaciones interpersonales es la ASERTIVIDAD, que significa comunicación como un proceso efectivo para resolver problemas y/o tomar decisiones sin que ninguna de las personas involucradas resulten perjudicadas o molestas. La ASERTIVIDAD conlleva una serie de pasos que se trabajan individualmente, un proceso en el cual hay que ser constante. No es una receta ni resultará a la primera, pero con paciencia y buena voluntad se pueden lograr resultados muy positivos con las personas que nos rodean. A continuación los puntos básicos que cada quien de acuerdo a la situación, a su carácter y a las personas involucradas irá resolviendo:
1.- TIEMPO FUERA.- Cuando estamos en alguna discusión y esta se comienza a tornar agresiva, lo mejor es pedir un espacio para enfriarse, es decir, tiempo para pensar y regresar después a resolver la situación.
2.- EL DISCURSO ADECUADO. Ya que estamos tranquilos, en una hoja hay que escribir lo que deseamos decirle a la persona, posteriormente se lee en voz alta y vamos eliminando lo que siga sonando agresivo hasta que nos quede lo más amable que podamos sin quitar el objetivo principal, hay que ser directos sin lastimar (algo que puede funcionar es no decir lo que no queremos que nos digan).
3.- TONO.- Hay que ser muy cuidadosos con el tono que ocupamos para hablar, ya que aunque el discurso sea el
adecuado si el tono es amenazante o sumiso estaremos de nuevo en los extremos y lo más probable es que no resolvamos nada, por eso cuando lean el discurso también se pule el tono.
4.- VOLUMEN.- A la mayoría de las personas nos molesta que nos griten, pero también hay personas que no les gusta que les hablen bajito, por eso de acuerdo a la persona con la que queremos solucionar algo, utilicemos el volumen apropiado.
5.- POSTURA.- Es muy importante que cuando hablemos con otra persona nos coloquemos en igualdad, por ejemplo ambos sentados o ambos de pie, con los niños hay que colocarse a su altura, de esta manera tendremos de frente al otro y al mirarnos a los ojos es más probable que podamos solucionar alguna situación (evitemos ser amenazantes cuando veamos a los ojos a alguien ya que es muy fácil regresar a una situación negativa).
6.- LENGUAJE NO VERBAL.- Las muecas o gestos de desaprobación, enfado, flojera o burla se deben omitir, así como manoteos, golpes en algún mueble, señalar con el dedo, entre otros.
7.- INTERPRETACIÓN DISTORSIONADA.- Evitemos hacernos una historia de lo que nos están diciendo, es mejor detenernos y preguntar ¿lo que me quieres decir es…? o ¿qué me estás entendiendo de lo que te digo? En caso de que observen alguna reacción desfavorable de la otra persona, es mejor preguntar y aclarar, que distorsionar la realidad y terminar más enojados aún.
Amigos de El Alebrije, la ASERTIVIDAD es un regalo para nosotros mismos y por extensión para los que nos rodean,
sean pacientes, tenaces y constantes, no saldrá a la primera pero es como todo aprendizaje, es necesario trabajarlo el tiempo que sea necesario, no se desesperen por no resolver rápido, como les mencioné es un proceso, lleva su tiempo y esfuerzo, pero los resultados valen mucho la pena. Si deseamos un país menos violento, una herramienta para lograrlo puede ser la ASERTIVIDAD, entre muchas otras, y así intentando ser asertiva, saldré al jardín y aullaré con la Luna.
